Exposición en París: El compromiso en el exilio.

El pasado 22 de octubre se inauguraba en el Memorial del Mariscal Leclerc de Hauteclocque y de la Liberación de Paris – Museo Jean Moulin, Museo de la Resistencia, de París la Exposición:

Engagement dans l’exil, une famille de republicains espagnols (Compromiso en el exilio: una familia de republicanos españoles).

En la muestra, -que estará abierta hasta el 26 de junio de 2011 -, una familia de artistas franco españoles narra mediante esculturas, pinturas, vídeo, música y fotografía su visión del fin trágico de la Guerra Civil española. Serge Castillo, su hermana Gloria Magar Castillo con los hijos y sobrinos de ambos, reúnen en esta exposición obras que quieren recordar y honrar hechos capitales de nuestra historia, cercanos y que, sin embargo, son olvidados por los españoles de hoy. La inauguración de la exposición contó con la presencia de la teniente de alcalde la señora Anne Hidalgo, hija ella misma de exiliados españoles.

La ofensiva de Cataluña, que supuso la conquista de toda la zona republicana entre el Ebro y Francia por las tropas rebeldes del general Franco, provoco un éxodo masivo hacia Francia. Cerca de medio millón de españoles cruzará la frontera a partir de febrero de 1939. La llegada de tal cantidad de personas, los problemas políticos internos de Francia – que estaba al borde de otra guerra civil-, y la certeza, cada vez más evidente, de un nuevo conflicto mundial, hará que la acogida de Francia sea fría. El gobierno creará una serie de campos donde se recluirá a los exiliados, proponiéndoseles el regreso a la España franquista. Miles de ellos se quedarán en Francia ante la seguridad de un fusilamiento en España. Muchos formarán el esqueleto de la Resistencia francesa y lucharán a lo largo de toda la guerra contra el nazismo. Más tarde, esperarán en vano que las potencias democráticas victoriosas devuelvan la libertad a la triste España. La guerra fría pondrá fin a la esperanza y los exiliados y sus descendientes se irán integrando,  muchas veces a su pesar, en el país que finalmente les había acogido.

La tristeza, el horror, las malas condiciones de vida de los campos franceses, la presencia de la muerte y la enfermedad, pero también el orgullo de haber combatido la tiranía, de haber luchado con esperanza por la esperanza de un mundo nuevo, y de no haber doblado las rodillas frente a enemigos poderosos que aniquilaron el progreso incipiente de la República en España, todo ello, es lo que nos presenta la familia Castillo en sus obras. Esculturas de terracota con niños llevando sus humildes maletas, fotografías de los abuelos que atravesaron con sus alpargatas y su maltrechas ropas los puertos pirenaicos para no volver nunca a su tierra, pinturas donde el desarraigo y el cariño, el rechazo y la solidaridad aparecen de forma desgarradora, todo ello nos devuelve a un tiempo ya pasado, lo que no es excusa, para una necesaria labor de memoria.

Las obras de Serge Castillo son esculturas de tierra cocida, modeladas con maestría y detallismo, la materia es pura, a menudo sin color, lo que hace que las obras mezclen el carácter del material con una finura exquisita. Las caras de los personajes sin nombre están llenas de sentimiento, y éste es uno de los objetivos de la exposición, mostrar con las miradas de los exiliados esa avalancha de sentimientos, encontrados la mayoría de las veces. La fotografía de Michelle Castillo, las esculturas y las pinturas de sus dos hijos, Pablo y Ana acompañan en esa búsqueda común a las obras de Serge Castillo. Es fácil observar la común dirección, la senda hoyada por todos los miembros de esta familia de artistas y, al tiempo, observar como los caminos difieren sin ser tangenciales, como se bifurcan buscando cada uno de ellos su propio destino.

El hecho de que artistas de generaciones tan distintas combinen su producción, y la presenten de manera paralela destaca la importancia de ese pasado, nexo de unión, catalizador de historia, de vida, de muerte y al fin de arte que fue la Guerra Civil española. Entender que ese triste acontecimiento, freno de una evolución necesaria en esa tierra ibérica donde como el los cuadros de Goya, los padres y los hijos se devoran entre ellos, es capital para la familia Castillo. Esta búsqueda de la comprensión, esta recuperación de las ví­ctimas y, por qué no, de los culpables, es importantísima para las generaciones que vivieron la guerra y que hoy, al desaparecer dejan un vacío inconcebible; para los hijos de la retirada que vivieron en sus carnes la desazón y la desorientación del exilio, y como no, para los nietos, ya franceses,  pero donde los orígenes familiares siguen siendo importantes, ya no como un lastre sino como un rico tesoro que deben preservar.

En definitiva, esta exposición es un homenaje a todos los exiliados de la guerra civil, a todo los exiliados de las guerras, a todos los exiliados, todo encarnados en la figura Francisco Castillo Guerrero y su esposa Gloria, exiliados, resistentes, figuras comprometidas con su tiempo, semillas ambos de los artistas que hoy exponen sus obras en París.

La familia Castillo reside cerca de Uzès, en el departamento del Gard (Languedoc-Rosellón) en plena Provenza, donde han instalado su casa taller, crean y exponen sus obras.

Por Harro D’Aguafría.

Informaciones prácticas.

La muestra abre todos los días de 10:00 a 18:00 excepto lunes y festivos.

Precios

Entrada normal 4€
Reducida: 3€
Gratuito para los menores de 14 años

Dirección

Mémorial du Maréchal Leclerc de Hauteclocque et de la Libération de Paris – Musée Jean Moulin
Jardin Atlantique (El Memorial se encuentra junto a la estación de trenes de Montparnasse)
23, allée de la 2ème DB – Paris 15e

Metro : Montparnasse Bienvenüe