
El acueducto romano el Pont du Gard se encuentra situado en un marco natural incomparable, con el río Gardón y el cañón natural que el acueducto salva elegantemente. Todo el conjunto se encuentra en mitad de una zona natural con vegetación típica de la región, la Garriga. Este intrincado bosque bajo con vegetación enmarañada y vistosa donde se refugian numerosos animales, pájaros y pequeños mamíferos.
A un paso del acueducto cualquier camino nos introduce en mitad de la garriga, basta esperar un poco y la naturaleza se pone en movimiento haciéndonos olvidar el barullo de la civilización.
Un parque agrario muestra a unos centenares de metros como los agricultores del sur han explotado tradicional y cuidadosamente los recursos de la región. Campos de trigo, olivares, frutales, etc.. se alinean en parcelas divididas por muros de piedra local. Múltiples paneles explican las técnicas y los usos de los agricultores.



