Museo del Louvre: Antiguo Oriente

Antigüedades Orientales. Código de Hamurabi. Museo del Louvre.

Antigüedades Orientales

La sección de Antigüedades Orientales del museo del Louvre está consagrada a las civilizaciones antiguas de los países de Oriente Medio y Oriente Próximo, desde el nacimiento de los primeros poblados hace 10000 años hasta la llegada del Islam.

Oriente Próximo

Introducción histórico-geográfica

Nos encontramos ante un inmenso espacio y una diversidad de civilizaciones que se han sucedido a lo largo del tiempo, pero que presentan una unidad. En primer lugar, se puede hablar de la existencia de una familia de lenguas predominantes, habladas y escritas que se conocen desde hace 5000 años. Es el caso del babilonio, fenicio, arameo, hebreo, acadio y árabe que pertenecen al grupo de lenguas semíticas de las cuales muchas existen en la actualidad.

En segundo lugar, otro factor común entre estas civilizaciones es el medio ambiente y los modos de vida que se desarrollan en el “Creciente fértil”, una región que se extiende de Egipto hasta Mesopotamia. A lo largo del Neolítico, a partir del VIII milenio el hombre se vuelve sedentario, agricultor y pastor, instalándose en pueblos. En seguida aparecieron jerarquías sociales que favorecieron el nacimiento de las ciudad y del estado a partir del quinto milenio. La economía se hace más compleja y exige la creación de instrumentos de contabilidad.

Es así como nace la escritura hacia el 3300 a.c. en Summer, al sur del Irak actual. En el III, II y I milenios se desarrollan los imperios: Ur, Akkad, Babilonia, los Hititas, Asirios y Elamitas en el suroeste de Irán; los pueblos comerciantes del Levante con Mari, en la cuenca media del Eufrates, o Ugarit en el litoral sirio. Después del Imperio de Alejandro (332-323 a.c.) y sus sucesores,  los romanos conquistaron Oriente (siglo I a.c.).

Colecciones

A partir de mediados del siglo XIX se hicieron las primeras excavaciones Arqueológicas que permitieron volver a descubrir a estos pueblos desaparecidos. La sección de antigüedades orientales se creó en 1881, siendo uno de los más recientes del Louvre –ahora lo es la sección de artes del Islam-.

Las colecciones se constituyeron en el siglo XIX y hasta la Segunda Guerra Mundial. La primera excavación se hizo en Khorsabad, ciudad construida por el Sargón II de Asiria en el siglo VIII a.c., entre 1843 y 1854, y permitió volver a descubrir a los asirios y a las civilizaciones perdidas de Oriente.

Transmisión de conocimientos

En Oriente Próximo se desarrolló una cultura a partir de la escritura de la que el mundo occidental moderno es doblemente heredero: a través de la tradición de la Biblia, por una parte, y a través de la transmisión al mundo greco-romano, por otra parte. El exilio de los Judíos y de diversos pueblos de Levante hacia Babilonia en el siglo VI a.c. ha tenido un aspecto positivo, a pesar de todo: ha permitido la asimilación por parte de los pueblos de la Tierra Santa de todo un pasado intelectual mesopotámico que se remonta al III milenio.

A finales del siglo IV, Oriente fue conquistado por los griegos, tras la epopeya de Alejandro el Grande, desde el Mediterráneo a la India, conservando la herencia de su pensamiento que lega a los intelectuales de cultura mixta. Los escritores hebreos y griegos, teólogos, filósofos y matemáticos también han conservado hasta la actualidad una tradición milenaria a pesar de la total desaparición de los pueblos que la habían creado. Por otra parte, en Oriente Próximo, esta transmisión del saber de la antigüedad tuvo lugar a través de los escritos de sabios árabes, turcos o persas, que se esforzaron también en conservar los textos antiguos procedentes de Babilonia o del mundo griego.

Obras

(710 a.c.) Dur-Sharrukin (Khorsabad, Irak), reino de Sargon II de Asiria. Mesopotamia.

El Museo del Louvre cuenta con tres colecciones relevantes dentro de esta sección que están repartidas en conjuntos geográficos y culturales.

En primer lugar, Mesopotamia, del griego: “país entre dos ríos”, es un término que designa el valle del Tigres y el Éufrates. Las ricas llanuras limitadas por estepas más áridas se corresponden geográficamente con el Irak moderno y una parte de Siria.

En segundo lugar, Irán, un país muy original por su cultura montañesa. Pero está ligada cultural y geográficamente a Mesopotamia por esta prolongación natural de la llanura de Susian.

Finalmente, los Pueblos de Levante se sitúan en la costa mediterránea de Asia que comprende los siguientes países: Siria, Líbano, Israel y Chipre. Se trata de una región ocupada desde el Paleolítico y fraccionada en pequeños reinos, vasallos de las potencias vecinas, Egipto y los Hititas, a partir de la Edad de Bronce.