Ferias de Nimes, toros, bodegas y pasodobles.

El caballo, junto al toro, y al cocodrilo (emblema de Nimes), son los animales totémicos de la ciudad. Durante las Ferias, abundan los espectáculos ecuestres y los desfiles de caballos engalanados como el de la foto. Foto de courregesg de Flickr

Las Ferias de Nimes son con las de Bayona y San Juan de Luz, las fiestas populares más parecidas a las españolas de toda Francia.

No es sólo la música del pasodoble que resuena sin parar, ni los toros omnipresentes, en encierros, corridas, souvenirs y gastronomías. Tampoco los atavíos, similares a los de  los mozos de los Sanfermines de Pamplona, parecidos a los de las ciudades vascas de España. La semejanza fundamental es el ambiente de la calle, el hecho de que la ciudad se paralice, y que los ciudadanos, normalmente escuetos en el gesto y matemáticos en la horaria concatenación de las actividades diarias, se desmelenen, si me permiten la expresión, y se lancen como ibéricos standard a tomar las cales, las plazas de Nimes.

Todo esto, como no podía ser de otra manera ocurre apenas dos veces por año. En Nimes hay dos Ferias, las de Pentecostés, que se celebran en mayo o junio, dependiendo del calendario católico de la Semana Santa, y las de Vendimia, en septiembre, fiesta de seguro pagana, con origen en el fin de los trabajos estivales y la llegada de los primeros caldos. En Nimes las primeras son más apoteósicas, ya que atraen a gentes, jóvenes sobre todo de toda Francia. La aglomeración es grande, otra excepción en el país galo.

La fiesta es sobre todo una fiesta de calle, de disfrute bacanal. Pero eso no significa que sólo sea toros y vino. Las bandas musicales acompañan constantemente la fiesta con sus peculiares piques y batallas de pasodobles. Los fuegos artificiales sobre el anfiteatro romano no hay que perdérselos. Un completo ciclo de conciertos de músicas varias acompaña la animación de la calle. Así cada uno podrá escoger si recorrer las calles hasta alta horas de la mañana o aprovechar el día para escuchar la música y vivir la animación cómodamente sentado en una terraza.

Nimes posee importantes monumentos romanos, por lo que la cultura también esta al alcance de todos. Además la cercanía del Pont du Gard, el acueducto romano, patrimonio de la Humanidad de la UNESCO hace que se pueda combinar una visita de los alrededores de Nimes con la animación de la tarde y la noche.

Uzès, pequeña villa medieval, Aviñón y su Palacio de los Papas, Arles, o las playas de Grau-du-Roi, están muy cerca lo que permiten salir de Nimes y darse un baño de cultura o de agua salada.

En la explanada del anfiteatro tienen lugar los fuegos artificíales y también los principales conciertos, en 2011 Youssou N’Dour. Foto de delmar2009.

Las ferias de Pentecostés de este año comienzan el 8 de junio y durarán hasta el día 13 del mismo mes. Como todos los años múltiples desfiles de caballos, espectáculos ecuestres, corridas de toros, novillos y encierros hacen de la calle un decorado de la tauromaquia.

Destacamos la Roussataïo, en boulevard Jean Jaurès, una antigua tradición que consiste en desplazar una manada de yeguas y sus potrillos de una zona de pastos a otra. Este año una centena de caballos salvajes recorrerán Nimes.

En lo que se refiere al baile y la música, este año, la cultura argentina está invitada y se podrá bailar tango y música chacarera en la Place de la Revolution. Además como todos los años la música española estará por todas partes, flamenco, pasodobles sobre todo. El sábado 11 tendrá lugar una romería que recorrerá la ciudad.

Entre los conciertos sobre sale el del senegalés Youssou N’Dour que traerá a su nueva banda a la explanada de les Arenes, en una actuación gratuita.

En resumidas cuentas cinco días de animación y actuaciones, de música argentina y española, de toros, para quien guste, de vino, baile y calles repletas. Aprovechen que sólo pasa dos veces por año.

Por Leona Tzapasdottir.