Versalles es una ciudad dormitorio de París por lo que la animación no es demasiado grande por sus calles. Los turistas habitualmente llegan, atraviesan la ciudad, visitan el Palacio y se vuelven a París. Lo normal es comer en los restaurantes del Palacio (visite la sección dónde comer en el Palacio de Versalles) o en los pequeños establecimientos que se pueden encontrar en los alrededores. Hay más bares que restaurantes por lo que si encuentra uno que le place no lo dude.
Como vemos no es difícil tomarse una cerveza o un café animadamente pero los restaurantes no son tan abundantes como en París. Existe la posibilidad de comer algún bocadillo y de las grandes cadenas de hamburgueserías francesas, belgas y norteamericanas.
Así pues, la oferta no es demasiado amplia, aunque existen algunos restaurantes interesante en la coqueta plaza del Marché de Notre Dame, muy animada cuando el mercado está abierto, desolada por las tardes, sobre todo en invierno. La sombra del Palacio de Versalles es muy alargada…
