En coche.
El coche es el medio de transporte ideal para acercarse al Mont Ventoux y recorrer las carreteras que unen sus pueblecitos y lugares de encanto. La ascensión en coche es imposible la mayor parte del año, dadas las condiciones meteorológicas y que los últimos 5 kilómetros de la ascensión sur se dediquen a los ciclistas y a los caminantes, montañeros. Pero dado que la montaña es grande y que los pueblos aunque cercanos se sitúan a algunos kilómetros de distancia les recomendamos el uso del coche. Si viene de muy lejos, es posible alquilar un vehículo en las estaciones de tren o los aeropuertos de las ciudades más cercanas, Orange, Aix-en-Provence, Marsella, Nimes o Aviñón.
En bicicleta.
La ascensión a la mítica cumbre de Provenza es uno de los principales atractivos para muchos ciclistas. El Tour de Francia ha dado notoriedad a esta cumbre, donde numerosos ciclistas españoles han dejado su huella. Desde el pueblo de Bédoin hay 20 kilómetros, con pendientes del 8, 6,7 y 11%. En Bédoin tiene todos los servicios necesarios para la práctica del ciclismo. Además del ciclismo de carretera, el macizo de Baronnies posee numerosos senderos por lo que es posible circular en bicicleta de montaña.
Senderismo y caminatas a pie.
Todo el Macizo de Baronnies es un paraíso para quienes aman pasear por la naturaleza, descubrir parajes libres de civilización y animales pintorescos. El Mont Ventoux es uno de esos lugares con la ventaja de estar a dos pasos de la civilización. Eso sí, no viajen en los cálidos meses del verano donde el sol y la afluencia de caminatas puede molestar un poco.
Existen varias rutas que recorren el Mont Ventoux desde su cumbre hasta las Gorges de la Nesque. Precisamente esa zona, entre los pueblos de Sault y Mormoiron, la del las Gargantas de la Nesque es otra zona de la reserva de la Biosfera del Mont Ventoux.
