
Marsella es una ciudad agitada y viva. Los marselleses no dudan en ocupar los espacios públicos y el ruído es mucho mayor que en París, Lyon o Nantes. Marsella, recuerda finalmente , más a una ciudad española o italiana. Esto conlleva su parte de caos, sobre todo circulatorio, pero proporciona mas vida y ambiente a la ciudad.
Las zonas más agradables para tomar una cerveza, comer algo, cenar o degustar un café o un pastis son las mismas que hemos destacado en las otras secciones: el Vieux Port, los alredores del barrio del Panier, del fuerte de St-Nicolas y Notre Dame de la Garde y la avenida Canabière.
En las calles y plazas que rodean el Vieux Port encontraremos animación todo el día y parte de la noche. Sin embargo, por la noche, el ambiente típico del fin de semana de las ciudades españoles no existe. Los restaurantes, cafés y bares funcionan hasta media noche y después la única alternativa son las discotecas. En ese sentido no esperen encontrar, a pesar de ser Marsella, la noche ibérica.
Las afueras.
Hacia el sur existen playas ya fuera de la ciudad. En verano en la zona se puede tomar algo en bares situados frente a la playa que funciona como pequeñas discotecas. La entrada puede estar restringida.
Cassis.
En Cassis encontraremos un ambiente más relajado y tranquilo. Ideal para cenar y concurrido en verano, pero, otra vez. carente del ambiente sostenido de la noche que se puede ver en Alicante, Coruña, Cadiz, Bilbao o Madrid.



