Festival Internacional Policiaco en Lyon

Cartel del festival de Lyon, uno de lso más imporntantes de Europa
Cartel del festival de Lyon, uno de los más imporntantes de Europa

La literatura policiaca está de moda tras el éxito mundial de las novelas de autor sueco Stieg Larsson. El fenómeno, que ha llegado recientemente a España, se extiende por toda Europa tras conquistar el mercado escandinavo, el anglosajón y el francés. En Escandinavia la novela negra es una tradición con varias décadas de historia y con un público fiel y conocedor del género. Antes, los grandes clásicos británicos, franceses y norteamericanos habían desarrollado una literatura, rápidamente adaptada al cine.

Olvidándonos del fenómeno de moda, reductor y basado en la gran bola de nieve que suponen los best Sellers, por debajo de esa aplastante y machacona cantinela mediática, hay un buen género y, como en todo estilo, grandes escritores y otros menos grandes.

Lyon durante tres días, del 9 al 11 de abril, es el centro del polar, la novela policiaca, la novela negra en Francia, reuniendo a una multitud de autores de todo el mundo. Mesas redondas, encuentros, firma de libros, presentación de comics, exposiciones, ciclos de cine y otras manifestaciones, harán disfrutar a los amantes de un género que se ha puesto de moda en todo el mundo.

Con relación a la cuestión de la modas, la literatura actual, mejor dicho, el mercado literario y editorial, no deja de girar en torno a libros icono que son creados por una mezcla de marketing y suerte. Tras el fenómeno de los libros para adolescentes de Harry Potter de la británica J. K. Rowling, llegó el mundo de los templarios y el misticismo cristiano del Código Da Vinci. En España decenas de libros acompañaron a este increíble éxito editorial con versiones de la misma o peor calidad. Más recientemente, y ahí conectamos con la novela policiaca, han sido las aventuras de Lisbeth Salander, del malogrado Larsson. Un género abandonado en España y Latinoamérica, de repente, se recupera y el público que antes despreciaba, por antiguos, los libros de Conan Doyle y Agatha Christie, ahora se lanza como loco a los caros estantes de las ediciones negras de la saga Milenium. Así es la gente.

Y, sin embargo, el éxito de la novela negra en este caso, o el de las novelas para jóvenes, no depende solamente del número de millones gastados en publicidad, o del éxito mundial que lo precede. Hay algo de inexplicable que nos reconforta porque demuestra como todavía el cuadrado racionalismo del marketing no garantiza las ventas. La economía, ciencia inexacta como la historia, debe plegarse ante la inexplicable elección irracional, – o particularmente racional-, de cada individuo. La que le lleva a disfrutar con un libro y no con otro, por muy parecidos que sean.

Si el éxito de Larsson en España se debe a la libre elección de los lectores, a nuestra ingenuidad aduladora de todo lo que viene de fuera o a la globalización que produce productos y gustos mundiales, es difícil de decirlo. Siguiendo nuestro razonamiento tendríamos que afirmar que las causas son múltiples, sin embargo, finalmente no es importante. En todo caso, el éxito no está reñido con la calidad.  Cuando ya el apogeo de la novela negra parece llegar al ocaso y ser substituido por las novelas de vampiros para jóvenes, de nuevo, conviene aprovechar ese mismo éxito para hacer más perenne el gusto por la lectura, -lo primordial-, y de paso para conocer un estilo ,un tipo de novela que se había olvidado bastante en el mundo hispanófono.

Evolución de un género con solera

A los grandes del género, los citados Conan Doyle, Agatha Christie, Dashiell Hammett o Raymond Chandler de principios del siglo XX, les han substituido nuevos autores que han aparecido en todo el mundo. En Francia el género es sumamente popular y las grandes librerías poseen estanterías especializadas en el género negro, como en el caso de la ciencia ficción. A los numerosos autores franceses como Fred Vargas, se les han unido muchísimos de otras partes del mundo.

En Escandinavia la primera generación estaba compuesta por Per Wahloo, Maj Sjowall y Henning Mannkell. Estos autores habían criticado los defectos del sistema de bienestar sueco y mostrado el lado oscuro de sociedades que en nuestro sur subdesarrollado eran ejemplos a seguir. Una horda de educados vikingos les ha seguido, mostrando el lado oscuro de los hombres del norte, el filo del hacha asoma por la borda del drakkar. Pero, sobre todo, han dado mayor importancia a la profundidad de los personajes, permitiendo otra visión de la novela negra.

Los autores son numerosísimos. Sólo en la pequeña Islandia, – cuya población es menor que la de Bilbao o Málaga -, hay decenas y decenas de escritores, por ejemplo Kristin Maria Baldursdótir o Arnaldur Indridarson. De Suecia vienen todos los Larsson, Stieg, pero también Asa y Bjorn Larsson, Liza Marklund, Pernilla Rygg o Camila Lackberg. El Noruego Jo Nesbo y su personaje alcohólico y desastrosamente genial Harry Hole, y además Anne Holt; los finlandeses Matti Yrjäna Joensuu y Leena Lehtolainen o el danés Leif Davidsen presente en el festival.

La novela policiaca, género mundial

Edición francesa de La esposa desconocida de Leif Davidsen, presente en el festival Quais du Polar.
Edición francesa de La esposa desconocida de Leif Davidsen, presente en el festival Quais du Polar.

El polar, la novela policiaca no se ha desarrollado sólo en Escandinavia, también hay buenos representantes en Italia como el siciliano Andrea Camilieri, en la India, Japon, América latina, Asía, África etc… Todos los autores, de Japón (Rampo Edogawa) a Cuba (Leonardo Padura Fuentes), pasando por Mali (Moussa Konaté) o Nueva Zelanda (Ronald Hugh Morrieson), todos incluyen particularidades de sus países, connotaciones culturales, políticas y un estilo propio.

Los autores norteamericanos y británicos han visto su hegemonía limitada, tal vez por un abuso de la imagen best seller, y por una cierta tendencia hacia la facilidad y a la repetición de las historias. El fin de la guerra fría supuso el fin de las novelas de espías que, sin ser novelas de género negro, se le acercaban. Además el exotismo de los autores islandeses, australianos o japoneses destaca sobre la estampa norteamericana, demasiado trillada por el cine y la televisión. No obstante, una vez más diremos, que esto no tiene que ve con la calidad. Autores interesantes los hay en todas las épocas y países, más si tenemos en cuenta, que el interés, la calidad, dependen de la persona que los lea. Para ser justos citaremos al menos a dos de los grandes, el complejo y brutal James Ellroy y la exitosa Patricia Highsmith.

Volviendo a la nueva ola, su gran éxito quizá se deba a la originalidad del origen, valga la redundancia. Puede que ello sea lo que más atrae a los nuevos lectores, eso y la intriga, la buena y vieja intriga revisitada, remozada, pero que nos sigue forzando a devorar las p-áaginas como si fueran rosquillas recién salidas del horno. Calidad, marketing, intriga, una pizca de intimismo y un buen brochazo de países desconocidos, de costumbres extrañas, de la tundra rusa al desierto argelino o a las selvas de Indonesia.

Para terminar esta recapitulación sobre la novela policiaca, destacar un hecho, el de la poderosa feminización del género. Una buena parte de los autores escandinavos son mujeres, lo que tal vez no se explique únicamente por la menor discriminación de las democracias socialdemócratas. Puede que sea un síntoma de la necesaria normalización sexual, pero quizá muestre que en este género se ha “permitido” más y mejor, una voz femenina. El resto de nuestra pesada y a veces arcaica cultura debería abrirse a todo el mundo sin observar su sexo, color u origen.

Quais du Polar, Los muelles del género negro

De todo ello se hablará se discutirá en Lyon. Al ya citado Leif Davidsen, durante los tres días de la muestra se le unirán muchos autores franceses como es natural, Entre ellos Olivier Descosse, Ingrid Astier, Marie Bertherat, Denis Bretin o Bob Garcia. Pero el Salón del libro policiaco de Lyon contará con los rusos, Boris Akounine y Julia Latynina; los británicos Ian Rankin, Mo Haider y Kate Summerscale; la turca Mine G. Kirikkanat; los norteamericanos Larry Beinhart y Craig Johnson, el alemán Volker Kutscher; los sudafricanos Deon Meyer y Margie Orford y el sueco Johan Theorin; el islandés; Stefán Máni. Por lo tanto, un panorama interesante, la posibilidad de encontrase con los autores, de escuchar sus opiniones literarias y las explicaciones sobre los motivos que les llevan a escribir este apasionante género que sin duda va más allá de las típicas historias de policías y ladrones.

Para terminar diremos también que el Salón de Lyon da mucha importancia a otras formas de expresión, como es el comic. Numerosos autores presentaran sus obras gráfica y charlarán con el público, entre ellos el brasileño Miguel Lalor y el español Juan Díaz Canales que ha creado a Blacksad, un gato negro y detective que hará las delicias de los amantes del comic y de relato policiaco.

Las firmas y dedicatorias, el ciclo de cine, las exposiciones tendrán lugar por toda la ciudad. Para conocer, horarios, lugares y precios infórmese en las oficinas de turismo de la ciudad.

Por Leona Tzapasdottir.

One thought on “Festival Internacional Policiaco en Lyon

  1. Me encanta Agatha Christie, pasé una muy buena temporada enganchada leyendo todas sus obras y ahora de Poirot, Miss Marple…dado el salto a sherlock Holmes.

    Saludos

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