Edad Antigua de Francia

HISTORIA DE FRANCIA – 2 Edad Antigua

La Edad Antigua comienza con la invención de la escritura, la creación de las ciudades y la configuración de poderes políticos concentrados, es decir con la progresiva complexidad de las sociedades. Evidentemente estos procesos no se dan al mismo tiempo en todas partes. La historia antigua comienza en el creciente fértil, en Mesopotamia, en la cuenca del Nilo, después en Asía menor, el actual Irán, la península indostánica, el Egeo… En lo que será mucho tiempo después Francia habrá que esperar a la llegada y colonización de fenicios, griegos y sobre todo romanos para cumplir las condiciones de la Historia. Eso no quiere decir que no hubiese historia antes. La historia la hacen los seres humanos, y de estos había muchos. Lo que sigue, no lo olviden es la historia de la humanidad, de una parte de la humanidad en una parte del planeta, que hoy es Francia, pero que de ninguna manera lo era hace 3.000 años.

Casco galo de Agris, encontrado en Poitou-Charentes y que data del siglo IV a.C

Tras la sedentarización parcial y la entrada en el Neolítico, las sociedades humanas de hacen más complejas y sus conocimientos y utillaje son cada vez más complicados. Las personas se mueven, mucho mas de lo que podría parecer.

Los conocimientos viajan, la tecnología también. La historia antigua es un complejo conjunto de oleadas sucesivas de poblaciones que se mueven, se atacan, se mezclan…

La futura Galia recibe a un conjunto de poblaciones de las que poco se sabe y mucho se imagina, los celtas. Durante el segundo milenio antes de nuestra era, grupos humanos procedentes de Europa central llegan al hexágono. Sedentarizados construirán las primeras concentraciones humanas, los primeros pueblos. La metalurgia, su control va dando poder a sucesivos grupos, que pasarán las sucesivas etapas, cobre, bronce y hierro. El hierro se hace más común a partir de 700 a.C. Según algunos autores la invención del hierro va a modificar la estructura relativamente igualitaria de los celtas para configurar una especie de “aristocracia”.

Grupos humanos de diversos y rimbombantes nombres , su sombra nos ha llegado gracias  a los autores romanos (Biturgios, Arvenos, Edunos, Carnutos, Áulicos) se desplazan, cruzan los Alpes, los Pirineos. Las relaciones comerciales también se amplían, lo que nos da una imagen menos fija y tradicional de la historia de este tiempo. Los griegos de Focea fundan hacía el 600 a.C Massalia (Marsella). Otras colonias serán fundadas, en la costa provenzal como Antibes, Agde, y en Córcega (Aleria). En esa época en tumbas celtas de Borgoña se han encontrado objetos y joyas de origen egipcio lo que muestra la fuerza de ciertos grupos y la importancia del comercio.

La cultura de la Tene.

Hacía 500 a.C una nueva oleada de grupos celtas provenientes del otro lado del Rin someten la Galia, mezclándose a su vez con los grupos que ya la habitaban. La agricultura se desarrolla más y nuevas tierras son puestas en cultivo.

Hacía 390 a.C el jefe Brenus dirige una expedición de grupos (Sénons, Cénomans, Lingons …) para ocupar Roma. Una más de las conquistas, cambios, mezclas de poblaciones que son la tónica de la época. Marsella recuperará parte de su influencia al final del siglo IV a.C y dominará el comercio de todo el valle del Ródano, la zona alpina e incluso hasta la actual Lorena.

Coincidiendo con el éxito de las colonias griegas se observa un florecimiento de los poblados celtas. Estas ciudadelas fortificadas, generalmente en lo alto de colinas o mesetas naturales se conoce por Oppida ou Oppidum. Esto no significa que existiesen fronteras ya que nuevos grupos, como los belgas, siguen “entrando” en la Galia.

Galia Romana

Teatro Romano de Orange
El Teatro Romano de Orange es uno de los tres únicos del mundo que conserva el muro de la escena completo, siendo por lo tanto uno de los mejor conservados.  Foto Harro D’Aguafría.

En el siglo II a.C la influencia primero y la hegemonía romana después, substituyen a la griega en Provenza y el valle del Ródano. Primero comercial, después militar, Roma, en plena expansión, ayuda y protege a Marsella. Hacía el final del siglo II a.C, Roma ya ha ocupado efectivamente todo el litoral mediterráneo. Languedoc y Provenza formarán la provincia de Narbonnensis, estratégica para comunicar Hispania y la península italiana. Los romanos enfrascados en las guerras Púnicas con Cartago necesitaban dominar la región.

La llegada de este nuevo poder, comercial, pero también militar a diferencia de los grecogalos de Marsella cambia el estatus quo de la Galia. A partir de 58 a.C, Julio Cesar dirige una guerra de conquista para vencer la resistencia de los diversos grupos galos. La guerra será terrible y sangrienta, culminando con la derrota de Vecingetorix en la batalla de Alesia en 52 a.C

Augusto dividirá la Galia en cuatro provincias, Narbonensis, -la primera conquistada y la más romanizada -; Aquitania, Belgica y Lugdunensis, cuyas fronteras evidentemente no coinciden con las actuales. La Galia será romanizada rápida y profundamente, siempre más en la zona mediterránea que en la atlántica. El éxito de los cambios queda reflejado en el aumento de la producción agrícola, la creación de numerosas ciudades y el aumento de población. Los historiadores estiman la población de la Galia en torno a los 7 millones de habitantes en los momentos de máximo esplendor.

La Pax romana del primer siglo de nuestra era, desarrolla el cultivo de la vid, la producción de vino, la artesanía y la cerámica. Ciudades como Nimes, Orange, Saint Remy-de-Provence, Narbona, Lyon e incluso París nacerán con el Imperio Romano. El momento de máximo esplendor y de romanización. Aún funciona bien el Imperio.

La decadencia.

Frescos romanos de Narbona, en Languedoc, una de las ciudades romanas más importantes de la Galia.

En el siglo III las crisis internas y externas del Imperio Romano comienzan a notarse y afectar a su estabilidad. Guerras civiles, desorganización y el comienzo de las llamadas invasiones bárbaras. Las presiones demográficas empujan a las poblaciones y crean nuevas oleadas de gentes desde las profundidades de Asía central. Los alamanos y francos, que darán nombre a dos países futuros cruzan el Rin como es tradición e invaden esta vez el Imperio Romano. Es el comienzo del abandono de las ciudades, de la pauperización de los campos, la caída demográfica y la desorganización política.

Roma irá incorporando progresivamente a estas poblaciones a su ejercito para contrarrestar la presión de los siguientes invasores.

Balance romano.

Cinco siglos de romanización marcarán profundamente al territorio galo. Lingüísticamente con las diversas lenguas latinas; económicamente con las bases para el futuro feudalismo; legal, con la influencia del derecho romano y religioso, con la influencia del cristianismo. De la mezcla entre los grupos germánicos y del sustrato galo romano nacerán los reinos que organizarán la Galia post romana y pondrán las bases para la futura y aún lejana Francia.

Por Alexander Paraskinnen.