Roma y los toros.
- La estatua del torero francés más importante de la historia, Nimeño II, frente al anfiteatro de Nimes. Arte romano y tauromaquia se mezclan en Nimes. Foto de Vastar Yoles.
El pasado romano domina la cultura en Nimes. Los grandes monumentos de los que carecen ciudades vecinas más importantes, por ejemplo Montpellier, dirigen la actividad cultural de la ciudad. Les Arenes, el anfiteatro que se conserva en excelente estado y que sigue siendo el marco de conciertos y corridas de toros, es el centro artístico de la ciudad. De ese pasado imperial de Roma deriva el emblema de Nimes, el cocodrilo, utilizado en las naumaquias, las luchas de gladiadores con fieras en los anfiteatros llenos de agua.
Junto al anfiteatro, la Maison Carrée, los restos de las murallas, los vestigios de los templos del Jardín de la Fontaine y la Tour Magne, bastión de la antigua muralla que se alza en lo más alto de la ciudad, son los otros grandes monumentos. El turismo romano, histórico, seduce aún con sus espectáculos vivientes, sobre todo en verano cuando los turistas afluyen en masa.
Y junto a Roma, los toros, tanto los espectáculos taurinos como la gastronomía. Los toros de lidia en la plaza del anfiteatro o en las calles durante las Ferias, pequeños Sanfermines, más musicales y de fiesta que taurinos. La gastronomía con la excelente carne del ganado que pace en la cercana Camargue, extensión plana y arenosa no cultivada del delta del Ródano y sus aledaños.
De todo esto y del resto les hablaremos en las secciones de Arte en Nimes. Visítelas para ampliar la información y planificar su estancia en la Roma francesa.
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