El Castillo de Villandry es uno de los más bellos Castillos del Loira, una región con un patrimonio monumental y paisajístico reconocido por la UNESCO. El de Villandry destaca por la armonía de su arquitectura renacentista y la espectacularidad de sus jardines. Es uno de los últimos palacios que se construyeron durante el Renacimiento en el Valle del Loira, terminada la Guerra de los Cien Años. Como ocurre con la gran mayoría de los castillos del Loira, el Castillo de Villandry se transforma de fortaleza medieval en un elegante palacio con una arquitectura vanguardista.
En cuanto a los Jardines de Villandry, son un magnífico ejemplo de los jardines que florecieron a partir del Renacimiento en torno a los palacios, ennobleciendo la estancia del rey y de los nobles en palacio. Los Jardines de Vilandry fueron evolucionando a lo largo de los siglos, desde el estilo renacentista en el siglo XVI, pasando por jardines de estilo francés en el siglo XVIII, hasta parque en el siglo XIX. Actualmente pueden verse en una bellísima versión rediseñada por su actual propietario, Joachim Carvallo.
El Castillo de Villandry, situado fuera de la ciudad, en plena naturaleza, constituye así un oasis de paz, la residencia ideal para la realeza y nobleza francesa de la época. Al igual que todos los Castillos del Loira.
Entrada al Castillo de Villandry
El Castillo de Villandry, vanguardia renacentista
La idea de convertir la fortaleza medieval de Colombiers en palacio renacentista fue de Jean Breton, secretario de Finanzas del rey. Aunque detrás está el impulso que le dio Francisco I a la arquitectura palaciega tras la Guerra de los Cien Años, después de haber entrado en contacto con la cultura italiana durante las guerras en Italia. Quería que la corte francesa estuviera a la altura de las cortes refinadas de los príncipes italianos.
A través de grandes proyectos de palacios en el Valle del Loira, como el Castillo de Chambord, o en Ile-de-France, como Fontainebleau, se ganó la fama de rey protector de las artes y edificador de palacios. Pero fueron sus secretarios los que llevaron a cabo la construcción de los llamados Castillos del Loira. Jean Breton se ocupó del que se llamaría Castillo de Villandry, inspirándose en sus viajes arquitectónicos a Italia, para lo que transformó la antigua fortaleza medieval, de la que sólo queda la Torre del Homenaje.
La convirtió en un palacio introduciendo numerosos elementos renacentistas. Como los elegantes tejados del palacio, cubiertos de pizarra – material favorito del Renacimiento -, que tienen una fuerte pendiente. Junto con las buhardillas con frontones y chimeneas, rompen la impresión de masa que daban las fortificaciones medievales. En cuanto a las ventanas, su orden y regularidad dotan al edificio de la armonía que se buscaba en el Renacimiento. Las pilastras y cornisas esculpidas en ellas enfatizan su perfecta alineación. Finalmente, las galerías porticadas de la planta baja comunican con los jardines.
Por otra parte, también se abre el edificio al exterior, buscando la simetría creando una tercera ala que con las dos existentes forma una U. De este modo, se deja a un lado la función defensiva del castillo y privilegia lo estético. El palacio contempla las panorámicas magníficas del Valle del Loira. Esta apertura al exterior ilustra el espíritu de la innovadora arquitectura renacentista.
El Castillo de Villandry inspiraría al de Fontainebeau o Anet, con un estilo que heredaría Enrique IV. Alcanza su perfección con la creación de sus jardines, un canal de agua, fuentes, y huertos, que marcan la transición con los bosques que rodean el conjunto.
Los Jardines de Villandry
La Visita a los Jardines de Villandry es fascinante y requiere de tiempo y tranquilidad para poder admirar sus diferentes partes y su belleza. En ellos vemos una fabulosa compilación de estilos del arte francés en jardinería desde el jardín medieval, el jardín renacentista, el jardín francés y el contemporáneo.
Los jardines pueden admirarse ya durante la visita al interior del Castillo de Villandry, tanto desde sus grandes ventanales, como desde la Torre homenaje en donde podemos gozar de panorámicas de 360º. Un auténtico regalo que nos da una idea de la grandiosidad de dichos jardines, anticipo perfecto de lo que nos espera abajo.
Siete jardines de Villandry
Los Jardines de Villandry fueron concebidos en su forma actual por Joachim Carvallo, dividiéndolos en siete según una clasificación propia pensando en jardines ornamentales, acuáticos y huertos. De esta forma, en una extensión de 7 hectáreas, repartidos en cuatro niveles de terrazas, nos encontramos con el Huerto Ornamental, el Jardín del Amor y de las Cruces, el jardín de la Música, el jardín de los Simples, el Laberinto, el jardín del Sol y el jardín del Agua.
¿En qué época visitar los Jardines de Villandry?
Desde luego, la primavera es una época excelente para visitar los Jardines de Villandry, ya que es la estación en la que el jardín vuelve a florecer. Así, a lo largo de toda la primavera y en verano podremos ver los jardines y huertos con diferentes flores y plantas. También el otoño es una buena época, cuando los árboles tiñen de dorado los árboles de Villandry.
Visita del interior del Castillo de Villandry
En el interior del Castillo de Villandry se puede empezar la visita por el salón con muebles del siglo XVIII y el comedor, con su decoración de carpintería, clasificado como Monumento Histórico, al igual que la escalera principal. La majestuosidad de ésta se debe a los escalones de piedra toba y la barandilla de hierro forjado.
Seguimos con los dormitorios, entre los que se encuentra la llamada “habitación del huerto” por las vistas que tiene a los jardines, tiene uno de los suelos de parqué más bellos del palacio, una obra maestra del siglo XVIII.
Más adelante destaca la galería de pinturas con cuadros coleccionados por Joachim Carvallo y Ann Coleman, como obras del Siglo de Oro español. Así como el salón oriental con su techo hispano-morisco que procede del paladio de los duques de Maqueda, construido en Toledo en el siglo XV. La visita termina en lo alto del castillo: la Torre del Homenaje.
Vistas desde la Torre del Homenaje
Desde lo alto de la única parte de la antigua fortificación medieval que queda en pie, las vistas de los jardines y el Valle del Loira y del Río Cher son magníficas. Un mirador privilegiado con panorámicas espectaculares.
Informaciones prácticas para visitar el Castillo de Villandry y sus jardines
¿Cómo llegar al Castillo de Villandry?
En coche
El Castillo de Villandry se encuentra en el Valle del Loira, a tan sólo 15 kilómetros de Tours en coche por la autovía A85. A media hora está el célebre Castillo de Chenonceau.
En tren desde París
Para llegar al Castillo de Villandry y a los demás Castillos del Loira, se puede ir a París en avión y después coger el tren a Tours o Saint-Pierre-des-Corps desde el Aeropuerto Charles de Gaulle. O, si están en París, desde la Estación de Montparnasse. Desde Tours y Saint-Pierre-des-Corps, se puede alquilar un coche o utilizar un autobús que va todos los días en julio y agosto: el “Fil Bleu”.
Los Castillos del Loira en bici – “La Loire à vélo”
Una excelente opción de viaje es hacer la ruta del Loira en bici, un itinerario de 900 kilómetros de rutas señalizadas que van desde Cuffy hasta el Océano Atlántico. Tours y el Castillo de Villandry se encuentran en el medio de esta ruta en bici. Por supuesto, se puede hacer sólo algún tramo de la ruta o combinarla con el tren.
Combinar la visita al Castillo de Villandry con la visita al Castillo de Azay-le Rideau y el Castillo de l’Islette. Castillos del Loira
Lo ideal es visitar varios castillos del Loira en el mismo viaje. Con el Castillo de Villandry se puede visitar también el Castillo de Azary-le-Rideau y el Castillo de L’Islette, otras dos joyas renacentistas que se encuentran a tan sólo unos kilómetros.
Incluso se puede visitar también una bodega, ya que el Valle del Loira es conocida por sus excelentes vinos.