Desde el 5 de abril y hasta el 25 de julio se puede contemplar en París, en el contemporáneo Museo de Arte no Europeo del Quai de Branly, la exposición: Dogón. Una muestra de esta cultura de África Occidental muy importante en la región, desde el siglo X hasta hoy en día donde forma parte de Mali.
330 obras venidas del mundo entero que completan la colección que posee el museo. Además del indiscutible interés artístico, la exposición se ha preocupado por contextualizar y mostrar aspectos históricos, culturales y económicos de la región Dogón, sus gentes y su forma de vida.
La comisaria Hélène Leloup, especialista en arte dogón, ha pensado un viaje que se divide en tres etapas, gracias a las que conocemos algo más que la expresión artística de una de las culturas más ricas e interesantes de África occidental. La cantidad y calidad de las piezas, la mayoría de las cuales están en Francia por primera vez, completa el gran atractivo de la muestra. Junto a ello, como siempre, el marco magnifico del Museo del Quai de Branly, pensado por Jean Nouvel, que con su arquitectura y diseño particular se adapta, más aún, resalta, las obras expuestas.
Los dogón.
La región Dogón es una de las regiones administrativas de Mali. Situada al este del país, se extiende entre el río Níger y los rebordes montañosos del Bandiagara. Cuenta con una población de unas 700.000 personas, aunque parte de la población vive hoy en el norte de Burkina Faso y en Costa de Marfil. Los dogón son una de las culturas que se desarrollaron en las fértiles planicies del Níger y que prosperaron durante siglos gracias al comercio entre el Mediterráneo, Egipto y el África subsahariana. Los dogón vivían mayoritariamente de la agricultura, mijo sobre todo, y han destacado por su rica cosmogonía y su estatuaria bien reconocible.
El arte dogón de Mali es relativamente conocido entre los que se interesan por la cultura subsahariana y sobre todo de África Occidental. En España y América Latina el conocimiento africano se reduce mucho al Magreb occidental, Marruecos sobre todo-, y Egipto. Por ello para todos nuestros viajeros puede ser todo un descubrimiento y una puerta que se abre hacia esa África tan desconocida y tan apasionante.
Visión de conjunto.
La idea de la exposición es, por su puesto, mostrar las obras maestras del arte dogón, muchas de ellas inéditas en Europa, pero también contextualizar ese arte dentro de la sociedad que lo produjo. Por ello junto a las tallas más sublimes encontraremos otros objetos de menor valor artístico pero que esbozan la forma de vida y de pensamiento que produjo el arte dogón. Muchos objetos de uso cotidiano, y aparentemente poco importantes, son el marco de las estatuas más conocidas.
No se debería imaginar la exposición y por extensión el arte dogón como un bloque que haya transcurrido diez siglos de historia sin deformarse. En ese tiempo las influencias culturales y artísticas has modificado la sociedad y el propio arte dogón, produciendo grandes variaciones y estilos dentro de un tronco común. Esa duplicidad, entre un cierto modelo común y múltiples variaciones, en la materia (madera o metal), el tamaño imponente o minúsculo, son de alguna manera la base de la exposición que mezcla arte e historia, antropología y sociología, pasado y presente.
La Exposición: arte, historia y sociedad.
La exposición ocupa 2.000 m2 y se divide en tres grandes partes, con temas diferentes y complementarios:
Introducción. Historia Dogón
Esta parte es muy útil ya que en lugar de separar a los Dogón del resto de poblaciones de la región subsahariana, muestra que los diversos grupos humanos estaban en relación y que se influían mutuamente. Todo el Sahel es una zona de intensos contactos económicos, y por tanto, culturales, sociales y humanos. Hay que desterrar de una vez por todas la idea de culturas aisladas y únicas e ir integrando la concepción de una cultura universal multifacetada, mestiza y flexible.
La región de Bandiagara es una muestra de ello y la cultura y el arte dogón uno de los resultados.
Armonía con el mundo.
Esta primera parte desarrolla la evolución y la creatividad de los dogón a lo largo de la historia. Muestra como la evolución económica, las migraciones y los cambios aparecen en la rica producción artística dogón, rompiendo la idea del continuum cultural.
Así se muestran 133 esculturas de los diferentes subgrupos dogón y también de grupos anteriores y coetáneos a los dogón, que caracterizan diferentes áreas geográficas. Por ejemplo, de Djennenke, Niongom, Tombo, Tellem, Mande, N’Duleri, Tintam, esculturas de los acantilados, Bambou Toro, Kambari, Komakan. Los Dogón utilizan el sustrato cultural que encuentran cuando llegan a la meseta de Bandiagara. La cultura elaborada subyacente sirve de basamento para su propio camino artístico.
Imaginación antropológica.
La estatuaria dogón es una de las más conocidas de África gracias al interés museístico y de los coleccionistas tras la ocupación de la zona por Francia en 1893. Una verdadera moda por dichas esculturas las ha idealizado y simplificado. La misión Dakar-Djibuti que buscaba para Francia un Imperio continuo Oeste-Este y que fracasará tras el incidente de Fachoda – serán los británicos los que consigan el Imperio continuo desde Egipto hasta Sudáfrica -, dio una inmensa publicidad al arte dogón. A finales del XIX los europeos acomodados adoraban el exotismo de los últimos viajes y exploraciones. En medio del industrialismo y en los albores de la I Guerra Mundial, la caída de las últimas fronteras de lo desconocida, provocaba, si cabe mayor interés por esos últimos reductos.
Hay que destacar entre las obras mostradas la reproducción de una decena de pinturas rupestres, otra de las muestras del arte dogón. Descubiertas para los europeos, por Louis Desplagnes en 1907, el estilo dinámico y vivo sorprenden en Europa y enriquecen el Museo Etnográfico del Trocadero, precursor del Museo del Quai de Branly.
Pero la forma más conocida de arte dogón son las mascaras, ya tipificas por Marcel Griaule en 1938. La muestra exhibe 35 mascaras.
Mediante un programa multimedia el visitante puede descubrir y contextualizar el arte en la historia, además de saber como fue descubierto y popularizado con las grandes colecciones de los museos europeos. A la mezcla de colonialismo, investigación científica y exploración se une una pasión y fascinación increíble por las esculturas y mascaras dogón.
Dentro del imaginario de los coleccionistas
En la última sección se muestran 140 objetos relacionados con los mitos de origen. Se tratan de objetos de uso cotidiano donde los artistas dogón han mostrado su particular visión del mundo. Es interesante observar que la diferenciación entre arte y artesanía, entre cultura y vida corriente son una creación del siglo XIX europeo y que no han existido necesariamente de la misma manera en otros momentos y lugares. Así, el arte y la artesanía se mezclan con la religión y la visión del mundo en las mascaras, las esculturas pero también en las joyas, los objetos decorativos, las cerraduras, sillas, reposacabezas, arcos, platos, recipientes etc… Y siempre con las variaciones del arte mayor de las mascaras y esculturas.
Y para terminar un pasillo bordeado con 10 pilares de Toguna, la « case à palabres » una construcción abierta que se erigía en los poblados dogón y que nos lleva a la gran estatua Djennenké, de la colección permanente del Museo del Quai Branly, obra maestra del arte dogón.
Disfruten y aprendan con está magnifica exposición, aprovechen la primavera parisina y viajen a África a través de los mitos dogón.
Por Leona Tzapasdottir
Informaciones prácticas para la visita de la exposición y el museo.
Exposición abierta del 5 de abril al 24 de julio de 2011.
Musée du quai Branly
37, quai Branly
75007 – Paris
Tel. : 01 56 61 70 00
Aceso fácil por metro (Alma-Marceau, Trocadero, Bir-Hakeim y Iena), tren de cercanías (RER Pont D’Alma, Tour Eiffel), autobús (todos los que van a la Torre Eiffel, al Trocadero y Campo de Marte), o a pie siguiendo el Sena desde Notre-Dame.
Precios y horarios
Martes, miércoles y domingo : 11:00 – 19:00
Jueves, viernes y sábado : 11:00 – 21:00
Cierra los lunes y el 1 de mayo y el 25 de diciembre.
Entrada normal 8,50 € (Tarifa completa) / 6 € (Tarifa reducida)
Entrada exposición temporal 7 € (Tarifa completa) / 5 € (Tarifa reducida)
Entrada « un día en el museo » (museo + exposición): 10 € (Tarifa completa) / 7 € (Tarifa reducida)
Gratis para menores de 18 años, parados, periodistas, titulares de la tarjeta « culture », amigos del museo, poseedores del « Pass musée du quai Branly », miembros del ICOM y del ICOMOS.
Marco SIbierini
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Interesante exposición que hemos visitado «por su culpa». Excelente blog, siempre con buenas ideas y pistas.
Hasta pronto.
margarita montero
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Mi hija es dogón, es una lástima que yo viva en Palencia (España) y no pueda ir a París, para conocer mejor la cultura de Mali. Gracias por las informaciones del artículo.