Los parisinos no son el colmo del deportista. A diferencia de los habitantes de Nueva York y de otras partes de los Estados Unidos, donde la forma física y la imagen son muy importantes, los parisinos no se vuelven locos haciendo footing o yendo al gimnasio. Con todo, esto no significa que no veamos a gente corriendo por la calle, en el Jardín de Luxemburgo o los grandes parques de París.
Los habitantes de París, muy delgados por otra parte, prefieren las piscinas. Existen múltiples piscinas públicas en todo París y el abono no es nada caro, sobre odio para los jóvenes, estudiantes y jubilados.
Las piscinas varían en tamaño, afluencia y calidad. Algunas tienen especial encanto al estar situadas en edificios o lugares muy particulares, como la piscina Josephine Baker que se sitúa dentro!!! de una gabarra anclada en el Sena, en el Quai François Mitterrand, junto a la Biblioteca Nacional de Francia.
El deporte como espectáculo
Aquí si que la oferta parisina es grande, diversa y de gran calidad. Los grandes estadios parisinos ofrecen sobre todo fútbol, rugby, tenis y atletismo de nivel nacional e internacional.
El Parque de los Príncipes, sede del Paris Saint-Germain PSG y del Stade Français de Rugby.
Paris Bercy, estadio de baloncesto y dónde se celebran los prestigiosos torneos parisinos de tenis y la Copa Davis.
El Stade de France, construido para la celebración del mundial de fútbol de 1998 y que vio la gesta victoriosa de Zidane, Gourcouff o Petit en aquella final mítica en la que Francia derrotó contundentemente a Brasil por 3 a 0.
El Stade de France se encuentra al norte de París en una de las ciudades de la aglomeración, Saint-Denis. Allí se celebran todos los años los encuentros del Torneo de las Seis Naciones de Rugby dónde Sebastian Chabal y sus muchachos compiten contra Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda e Italia.
No dude en aprovechar su visita a París para asistir a los principales eventos deportivos.
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