Martinica

Playa de la Martinica, la Francia americana.

El departamento francés de Martinique se situa en las pequeñas antillas, mucho más cerca de Caracas y La Habana que de París o Marsella. La Martinica es uno de los tres departamentos y de los siete territorios franceses en América.

La isla caribeña de la Martinica posee un encanto innegable, una naturaleza exuberante y una historia dura, donde la esclavitud aún se recuerda. Un ejemplo de todo ello es la novela de Patrick Chamoiseau, Texaco, recompensada con el Premio Goncourt en 1992.

La capital actual es Fort-de-France, situada en la costa oeste en la gran bahía del mismo nombre. Toda la zona norte de la isla está ocupada por por una serie de volcanes de triste e impresionante recuerdo. Saint-Pierre, antigua capital de la isla, fue destruida completamente por una erupción volcánica en 1902. Más de 30.000 personas perecieron en la erupción de la Montaña Pelada (Le Mont Pelée).

Plano de la isla francesa de Martinica. La Unión Europea en pleno Caribe.

Hoy la naturaleza y el turismo son dos de sus principales recursos. La existencia de dos estaciones, una seca y otra húmeda y la diversidad de microclimas que otorga el relieve escarpado de la zona norte y los cambios derivados de la situación occidental u oriental conforman un paisaje muy variado.

Naturaleza.

La visita del Parque Natural regional de la Martinique es una visita obligatoria. Por un lado dejamos a un lado las playas que a veces monopolizan todo el encanto de Martinica. Por otro, la vista del Parque Natural nos permite conocer la historia natural de una isla volcánica, y por tanto, rica en especies singulares y acontecimientos telúricos.

La naturaleza de la isla también dice mucho del poblamiento humano y de la economía colonial de plantación que se estableció en la isla desde el siglo XVI. Cultivos exógenos como la caña de azúcar o el café han modificado la geografía y el patrimonio natural de la Martinica.