Rutas por Marsella

Un pastis, licor anisado, se debe tomar bien frío en el puerto viejo de Marsella. El Vieux Port en una foto de François V de Flickr.

Numerosas rutas pueden organizarse en, a través y a partir de Marsella.

Rutas en Marsella.

La ciudad de Marsella con sus iglesias, sus colinas espigadas y sus avenidas supone ya un buen número de kilómetros y de rutas que recorran su rico patrimonio. La visita del puerto y del espigón situado frente al Castillo de Saint Jean, embocadura del Port Vieux. El Port Vieux es el centro neurálgico de la ciudad turística, marinera y portuaria de Marsella. A partir de ella, podemos ascender por la Canebière hacia la estación de ferroviaria de St-Charles. Al norte del Puerto Viejo se encuentra el barrio de Le Panier, con sus callecitas estrechas y su placitas con vistas sobre el puerto. Hacia el sur encontramos la gran iglesia de Notre Dame de la Garde que domina toda la ciudad. El fuerte de St-Nicolas y el faro son otros de los monumentos que rodean el puerto y son el centro turístico de Marsella.

Recorrer toda está zona de la ciudad se puede hacer en 2 o 3 horas con paradas técnicas para degustar un café o un pastis en una terraza. A tranquilidad de los barcos meciéndose en el puerto, se añaden se añaden las actividades que organiza durante todo el año el ayuntamiento y que tienen el puerto como decorado.

Bellos veleros de visita también suelen fondear para el regocijo de los turistas y viandantes. Los días de mercado también son una atracción, dándole a Marsella un toque más provinciano y tranquilo y menos populoso.

Para ampliar la información sobre los monumentos, visite la página de patrimonio de Marsella.

Rutas por las islas Friul (Frioul) e If.

Las islas de Ratonneau y Pomêgues forman una sola al unirse mediante dique en el puertecita central. Frente al Vieux Port, las rocosas tierras que protegen Marsella, permiten un viaje diferente que nos translada al pasado. Numerosos feries pueden llevar a los turistas que deseen ver Marsella desde la rada de su bahía. Además las islas Friul están cargadas de historia domo su vecina, el islote de If, donde Alexandre Dumas padre noveló la tortura de Edmond Dantès en la lúgubre cárcel de la que finalmente logra escapar.

Las islas Friul han tenido una rica historia militar, fortificadas desde la edad Media, pero sobre todo por Vauban en el siglo XVII, Napoleón y la III República dejarán su impronta. Durante la II Guerra Mundial los nazis construyeron numerosos blocaos y túneles que fueron fuertemente bombardeados por los aliados.

Hoy en día en el 17 distrito de la ciudad. Unas 600 personas residen alrededor del antiguo puerto militar, transformado en una lujosa marina. Numerosos comercios y restaurantes acogen a los miles de turistas y marselleses que se acercan los fines de semana.

La calanque de Sugiton es una de las más pequeñas, pero también de la smás tranquilas y espectaculares. Foto de Kenjy1 en Flickr.

Rutas al sur de Marsella.

Las Calanques.

A unos 15 minutos en coche y sin atascos, llegamos a las Calanques de Marsella. Las Calanques son unas formaciones rocosas que se adentran en el mar formando unos pequeños fiordos que constituyen el Parque Natural de las Calanques de Marsella. No se puede acceder en coche, es necesario dejarlo al pie de carretera que asciende los pequeños puertos de montañas que comunican los estrechos valles de cada calanque. Prepárense para caminar unos kilómetros 4, 5, 6, depende de cada una de las Calanques, hay 14 principales a las que se puede acceder. En algunas hay pequeñas casitas que algunos privilegiados pueden habitar todo el año. También en las más importantes, como las de Sormiou y Morgiou, hay restaurante y bar abiertos en verano y durante el fin de semana.

Pero lo que más destaca de las Calanques es su agua turquesa y cristalina donde en el caluroso verano podemos bañarnos pensando estar al otro lado del Mediterráneo, en el caribe de Martinica o Guadalupe, o en la Polinesia Francesa.