La filatelia francesa es amplia y muy interesante. La Poste (la empresa pública de correos), por ahora, es vista como uno de los pilares del Estado. Francia respeta más que otros países las instituciones estatales y lo hace al verlas como parte de las propiedades de los ciudadanos y como servicios de utilidad pública. Los funcionarios de correos no se extrañan cuando alguien solicita sellos bonitos para decorar una carta y, generalmente, nos ofrecen un amplio catálogo para ello.
Los sellos franceses destacan por la gran variedad de sus temáticas, lo que hace que la colección completa de un año supere los 150 sellos, acercándose incluso a los 200 si añadimos los sellos autoadhesivos. Además de esa variedad, hay que subrayar la calidad. La calcografía, esa técnica que consiste en tallar una placa metálica con un buril para luego imprimir sellos en relieve de gran calidad, abunda aún en las emisiones francesas. Esta técnica, difícil y cara no es utilizada en muchos países. España – que aún emite algunas series -, y Suecia, son algunos países que la mantienen. Pero el Offset la ha sustituido en la mayoría de países anglosajones y latinoamericanos.
A la calcografía se une la peculiaridad de las formas de los sellos en Francia. El famoso sello en forma de corazón, representando la foto de Yann Arthus Bertrand ha marcado una época, siendo reproducido todos los años, con temáticas diferentes, últimamente con motivos relativos a la moda y los modistos. Otra serie que aparece todos los años, también en calcografía, es la serie de ciudades con un sello rectangular muy interesante.
Temas como los cómics (la BD en francés), el arte, la gastronomía, los grandes acontecimientos europeos y mundiales, el deporte, etc , son comunes y llenan de gozo a quienes aún disfrutamos y aprendemos con los sellos.
¡Sellos franceses en America!
Otra particularidad de la filatelia francesa es que algunos de sus departamentos y territorios de ultramar, los DOM TOM, emiten series propias.
En América, actualmente sólo el departamento de Saint Pierre y Miquelón, situado frente a Terranova posee sellos propios. Conocidos como SPM, sus sellos muestran los paisajes locales, hablan del mar y de la pesca. Otros temas son las personalidades locales y los trabajos particulares que se realizan sobre el hielo en los duros inviernos de Terranova. Para una pequeña población perdida entre mares fríos, todo esto es muy importante y sus sellos lo reflejan. La mayoría de sus sellos son calcografías.
¡Sellos franceses en África!
Continuando con nuestro periplo mundial, llegamos a la isla de Mayotte en el archipiélago de las Comores. Esta isla decidió no independizarse cuando el resto del archipiélago lo hizo en los años 80. Hoy sus sellos hablan de la fauna y la flora del Océano Indico y de los monumentos locales.
¡Sellos franceses en Oceanía!
En Oceanía encontramos tres departamentos de ultramar que emiten sellos.
Nueva Caledonia
Nueva Caledonia es un territorio de ultramar que está decidiendo si se convierte en Estado independiente. Por el momento sigue emitiendo sellos franceses. Colorido y hojas particularmente espectaculares hacen esta filatelia muy interesante.
Wallis y Futuna
Si Nueva Caledonia es una gran isla, Wallis y Futuna no pasan de ser unos pequeños atolones. Con todo sus sellos destacan la idiosincrasia local y las costumbres de la Micronesia.
Polinesia Francesa
Tahití es el reclamo y el mito que más atrae a los europeos de toda Oceanía. Los sellos polinesios, de gran colorido y belleza destacan y refuerzan el mito. Sus hojas bloque son deseadas por todo filatélico que se precie. Gracias a sus sellos podemos creernos en mitad del océano Pacífico, sumergidos en el idilio de la Polinesia francesa.
¡Francia y la Antártida!
Francia, como Gran Bretaña o Australia, emite sellos de sus territorios antárticos. Además de la Tierra Adelia en la Antártida, estos sellos engloban una serie de islas subantárticas, pobladas sólo por pingüinos, coles extrañas y ciertos científicos. Las islas Kerguelen, Nueva Ámsterdam, Saint Paul y Crozet forman los Territorios Antárticos y Australes Franceses, TAAF.
Sellos bellísimos, calcografías elaboradas con la fauna antártica, los barcos, los navegantes de ortas épocas y lugares que en su desolada quietud resultan motivo de ensueño, de viaje iniciático.
En resumen, la filatelia francesa es una de las más completas e interesantes de la actualidad. Esperemos que en el futuro el afán por el beneficio rápido por la modernización inútil y por la cambio absurdo no acaben con este noble arte. La posible semi privatización de La Poste y el olvido de los sellos, de uso y colección son peligros que acechan y que sólo los nuevos usuarios y coleccionistas pueden remediar.
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