- Una de las múltiples copias del Pensador de Auguste Rodin, cumbre de la escultura en Francia.
Si hay un elemento en donde destaque Francia es el valor de su cultura y de sus manifestaciones artísticas. La rica historia, el paso de múltiples grupos humanos, el desarrollo económico y un respeto, ya precoz por el arte y la cultura, han hecho de Francia uno de los referentes mundiales. Francia a diferencia de otros países ha aceptado y defendido a muchos artistas e intelectuales que eran expulsados de otros lugares.
El rico pasado prehistórico, las cuevas de Lascaux, los alinemaientos de Carnac, los vestigios romanos y medievales forman un basamento importantísimo. Pero ya desde la antigüedad, monarcas y mecenas, manifestaron su gusto por las obras artísticas. Así escultores y pintores, escritores y dramaturgos nacían o se establecían en las crecientes tierras del hexágono.
En el siglo XIX la burguesía hará de la cultura un elemento de clase, de separación entre la élite y campesinos y proletarios. La Revolución Francesa primero, y las sucesivas Revoluciones en 1820, 1830 y 1848, la Comuna de 1870 y la II República, se esforzarán en extender la cultura para que ésta llegase a todos los ciudadanos. París, Francia en general, se convertirán en refugio de exiliados de toda Europa que aportarán su granito de arena a lo que hoy consideramos cultura francesa. Y eso hasta hoy.
La lista de escritores, filósofos, pintores, escultores, cineastas, actores, sería infinita, la de los franceses y la de los que nacidos en el extranjero han colaborado, producido y vivido en Francia. Los apartados específicos intentarán mostrar esa riqueza que ya hace tiempo que dejó de ser francesa para convertirse en mundial.
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