Lyon posee un patrimonio histórico, arquitectónico, cultural y gastronómico de gran valor, tal y como lo atestiguan los numerosos títulos oficiales que le han sido concedidos a la ciudad como: Capital de los Galos (títulos conservado por la ciudad después de la fundación de Francia), Capital mundial de la gastronomía (gracias a sus especialidades locales y a sus grandes cocineros conocidos mundialmente), Capital de la Resistencia (ha jugado un importante papel en la Francia ocupada), Capital de la Imprenta en el Renacimiento, Capital de la seda y Capital de las rosas.
El patrimonio artístico y cultural de Lyon es relevante. Allí fue donde nacieron dos artes: el cine inventado por los hermanos Lumière y el teatro de Guignol -los personajes de Guignol y de su compinche Gnafrón fueron inventados por Laurent Mourguet-. Pero Lyon también es un centro de música rock, ya que muchos grupos lioneses han tenido gran influencia en el hexágono. Además, la ciudad posee infraestructuras culturales modernas y de renombre, como la Casa de la danza (Maison de la danse), el Auditorio que se sitúa en el barrio de la Part-Dieu que alberga a la Orquesta nacional de Lyon, el Teatro des Célestins y la Ópera nacional de Lyon, donde han actuado los cantantes de ópera más conocidos. Por otra parte, Lyon es la única ciudad francesa, junto a París, que dispone de dos orquestas permanentes, una sinfónica y otra lírica, lo cual constituye un privilegio desde el punto de vista cultural.
La vida cultural se mantiene viva en la ciudad gracias también al Conservatorio nacional superior de música y danza de Lyon, la Escuela nacional de Bellas artes, y a la organización de grandes eventos culturales. Pero también gracias a las interesantes exposiciones que tienen lugar en los numerosos museos que hay por toda la ciudad.
Lyon posee una de las colecciones francesas de pintura más importantes después de la del Museo del Louvre de París en el Museo de Bellas Artes, así como un importante Museo de Arte contemporáneo y un gran número de galerías de arte concentradas en el barrio al sur de la plaza Bellecour.
Pero Lyon posee, sobre todo un patrimonio arquitectónico increíble. De los vestigios galo-romanos a la arquitectura contemporánea, pasando por los edificios románicos, góticos, barrocos o neoclásicos. Todos estos estilos se yuxtaponen de forma armoniosa en los barrios antiguos preservados por la ciudad que han sido testigos de 2000 años de historia. De Lugdunum, colonia galo-romana fundada en el año 43 a.c., hasta nuestros días, la arquitectura de Lyon refleja su rica historia. Por todo ello, la UNESCO ha incluido la zona histórica de Lyon en el Patrimonio mundial de la humanidad.
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