La Nuit Blanche (La noche en blanco) es una manifestación artística anual que tiene lugar durante toda la noche en la capital francesa, al igual que en otras muchas capitales del mundo. En esa noche se ofrece de forma gratuita la apertura al público de museos, instituciones culturales y otros espacios públicos y privados, que se utilizan para espectáculos, exposiciones, videos, instalaciones o performances artísticas.
La Nuit Blanche existe en París desde el año 2002, y diferentes artistas contemporáneos muestran su arte en lugares que, en principio, no están abiertos al público o cuya función original no es artística (piscinas, el metro, las calles, los parques…). El objetivo es hacer el arte accesible a todos, poner el espacio urbano al servicio de la creación moderna, crear un momento de convivialidad, hacer de París una ciudad de cultura donde los ciudadanos están invitados a participar. Además, las festividades se extienden a las ciudades limítrofes de París (de Vincennes a Nanterre) y las obras y performances suelen concentrarse en ciertas zonas para evitar hacer que el público se canse. París se llena de luz y color en la noche más larga del año; es un espectáculo ver las calles, los monumentos, lo puentes…iluminados; parece que estamos en una ciudad mágica.
La Fête de la Musique (Fiesta de la música) es un acontecimiento musical popular que tiene lugar en muchos puntos del planeta el 21 de junio, que coincide con el primer día de verano en el hemisferio norte. Fue concebida por el músico americano Joel Cohen en 1976, cuando trabajaba en Radio France (France musique) y propuso hacer para esta cadena las «Saturnales de la musique» en los dos solsticios, el de verano y el de invierno, y que grupos de música tocaran la noche del 21 de junio. Tras las elecciones de 1981, se adopta esta idea y el ministro de cultura Jack Lang lo pone en práctica, con lo que la primera edición tiene lugar en toda Francia en 21 de junio de 1982.
Este acontecimiento musical tiene la vocación de promover la música de dos formas. Por un lado, animando a los músicos amateurs a tocar en las calles y en los espacios públicos, con el eslogan homófono «Faites de la musique !» (suena igual que «Fête de la musique»), y, por otro lado, llevando a un amplio público músicas de todo tipo y orígenes (música clásica, rock, jazz, world music, música tradicional…).
En París, durante esa noche se organizan diferentes conciertos y espectáculos musicales de amateurs y profesionales en los espacios públicos: las calles, los parques, las plazas, los espacios deportivos…y también en salas de espectáculos, donde las entradas son excepcionalmente gratuitas. Numerosos establecimientos están autorizados a permanecer abiertos más tiempo esa noche para acoger al público, y numerosas calles se cierran a la circulación para cederle el espacio a los escenarios improvisados y a los espectadores que deambulan de un espectáculo al otro. Desde que comenzó, la Fiesta de la Música ha tenido un éxito creciente.