El Euro € es la moneda oficial de Francia. Moneda de toda la zona Euro (Ver mapa) y de Andorra, El Vaticano, San Marino y Mónaco, además de ser oficial de facto en Kosovo y Montenegro, el Euro facilita el comercio, los intercambios y el turismo en toda Europa.
Para los europeos que gozan del Euro, las ventajas son evidentes si tienen la costumbre de atravesar fronteras, ahora invisibles, o si realizan compras por Internet, etc.…
Sin embargo, la parte negativa ha sido una cierta equiparación de los precios también a nivel internacional. El paso de las monedas nacionales, el franco, la peseta, el marco o la lira fue aprovechado para redondear los precios, siempre al alza, con la consecuencia de un aumento inflacionario no siempre contrastado el IPC. Así pues, hoy, los precios de París o Niza son muy similares a las precios de Barcelona, Madrid o Bilbao.
Por tanto, los turistas españoles no tendrán problema con la moneda, el cambio, etc. Únicamente, les recomendamos que antes de llegar a Francia contrasten con su banco los eventuales costes de utilización de su tarjeta de crédito en Francia. Ciertos bancos cargan excesivas tasas si usted saca dinero en los cajeros franceses (Distributeurs de monnaie).
Para los viajeros que provengan de América, les recordamos que el dólar no es de uso corriente en Europa. Es raro que se pueda pagar en una tienda con dólares y en caso de poderlo hacer, el cambio será muy desventajoso. Para cambiar los dólares u otras divisas americanas el mejor cambio se obtiene en los bancos. El problema es que no todos los bancos realizan cambios de moneda y, además, no aceptan todas las divisas. Infórmese antes de iniciar su viaje si su divisa es fácilmente convertible.
Una cuestión importantes que no se debe olvidar, es que en Francia no hay tantas oficinas bancarias como en España. En París es relativamente fácilmente encontrar un banco, pero ni mucho menos en la cantidad de cualquier ciudad de provincia española. En el resto de Francia, los bancos son raros y en muchos pequeños pueblos casi no existen. La Poste, los correos franceses, suelen tener cajeros automáticos y por lo tanto pueden ser una buena alternativa en las pequeñas ciudades.
La estabilidad del euro ha sido contrastada por las diversas crisis y hoy en día es una divisa de valor internacional incontestable. La existencia de la moneda única muestra la posibilidad de organizar, cuando este es el deseo de los gobernantes y de los gobernados, una estructura Estatal supranacional.
Si en cuestiones económicas se han podido lograr acuerdos que afectan de forma tan importante a la vida de tantos millones de personas, se podría hacer también en la imposición, la legislación laboral, los derechos sociales etc. Evidentemente para conseguir estos acuerdos, los grupos clave de la sociedad deberían, como hicieron para la consecución del Euro, llegar a acuerdos internacionales y sobre todo ceder prebendas y derechos que recuerdan mucho al Antiguo Régimen.
El Euro sustituyó al franco francés en un período de tres años, entre enero de 1999 y enero de 2002. Hoy en día las anteriores divisas nacionales han desaparecido por completo de la circulación y, casi, de la memoria. El Euro es, a pesar de todo, uno de los estandartes de la construcción europea.