Actividades en la Torre Eiffel

La Torre Eiffel vista de noche. El faro de París

Qué ver, qué hacer en la Torre Eiffel.

Además de la ascensión a pie, un gran ejercicio físico, de la recompensa gastronómica, y de la contemplación, tras el último ascenso, a 300 metros de altura y la vista completa de la capital de Francia, les proponemos otras actividades en la Torre Eiffel.

Una de ellas es la vieja tradición de enviar cartas o postales. Hoy con el teléfono móvil y la conexión wifi, hemos perdido la costumbre de escribir nuestros sentimientos en líneas llenas de palabras. La reflexión puede ser algo de lo que adolecemos en nuestra vertiginosa sociedad. Por ello, tal vez, convenga sentarse en un banco y escribir unas líneas a nuestros amigos y familiares, contándoles con el intermedio de la redacción lo que sentimos por ellos o en la Torre Eiffel. Una oficina de correos (La Poste), en el pilar sur de la construcción, vende sellos y postales y garantiza que el matasellos será especial, el de la Torre Eiffel. Una manera de recuperar la calma del pensamiento y el valor cultural de los sellos y estampillas.

Si desea saber más sobre la filatelia francesa o adquirir sellos, visite nuestra página filatélica.

En la primera planta de la Torre.

Se suelen organizar pequeñas exposiciones temporales que hablan sobre aspectos relacionados con la construcción de la Torre, personajes que tuvieron que ver con ella o acontecimientos ligados a la ciudad de París. Además existe una sala donde se exponen videos que narran la constricción de la Torre con motivo del 120 aniversario de la construcción: L’épopée Tour Eiffel.

En vitrinas y paneles se nos cuenta como se construyó la Torre Eiffel, cómo es su mantenimiento y cuánto la menospreciaron los parisinos, tanto como ahora la adoran..

En el segundo piso.

Hay paneles informativos donde se explican las fases de la construcción y se detalla el funcionamiento del antiguo ascensor hidráulico que funcionó hasta 1983. También existen boutiques de souvenirs y el restaurante Jules Verne.

En la tercera planta.

A 300 metros de altura podemos observar en que dirección y a que distancia se encuentra nuestra país y ciudad de origen. También podemos contemplar la antena gigantesca que eleva aún más la altura de la Torre Eiffel y ver la habitación en la que Gustave Eiffel solía tomar café junto a su mujer y recibir a invitados ilustres sobre los techos de París.