El Mont Saint-Michel no es un pueblo demasiado grande, y aún así, la oferta hotelera es más o menos amplia. Pero la afluencia de turistas es muy grande, sobre todo, en verano. Por lo que hay que ser precavido y hacer las reservas de los hoteles con tiempo.
Eso, además, le permitirá estar tranquilo en cuanto a aparcamiento se refiere, ya que el fenómeno de las mareas impide aparcar en cualquier sitio. Y, como tampoco hay demasiados aparcamientos, el hecho de estar en un hotel, le dará derecho a tener una tarjeta y podrá aparcar en un lugar reservado para los clientes.
Diversos tipos de hospedaje
Existen diferentes posibilidades para hospedarse en el Monte San Michel, en el centro o en el dique donde hay hoteles, y también en pueblos cercanos. Puede elegir entre hotel, albergue (gîte), alquilar una casa particular durante las vacaciones, e incluso una sola habitación.
Existen diferencias entre un albergue y las habitaciones en casas particulares (en Francia se llaman Chambres d’hôtes). En un albergue el cliente será completamente autónomo, tanto por los horarios como por las comidas, ya que dispondrá de una cocina. En cambio, las habitaciones o chambres d’hôtes son muy diferentes, ya que no disponen de cocina, aunque el propietario le ofrece al cliente en muchos casos el desayuno y, al menos, una comida. Otra diferencia importante es que la habitación está muchas veces cerca de la habitación de los propietarios, lo cual no es común en un albergue.
Vale la pena alojarse, al menos por una o dos noches, en algunos de los hoteles y albergues del Monte San Michel que, por su situación excepcional, en el corazón de la ciudad medieval o cerca de “la Maravilla de Occidente”, le harán sentirse en pleno medievo. Además podrá disfrutar de unas vistas panorámicas al mar sin igual.
Además, hay varios campings en los pueblos vecinos, a muy pocos kilómetros del Monte San Michel. Francia es un país con una tradición de acampar centenaria, y lo confirma la importante red de campings que ofrece al viajero espacios muy bien acondicionados, y en lugares privilegiados.
