La Bahía del Monte San Michel
El Monte Saint-Michel está situado en medio de una bahía de 40000 hectáreas atravesada por tres ríos: el Couesnon, el Sée y el Sélune. Entre Normandia y Bretaña, en ella tienen lugar las mareas más grandes del mundo, que son un espectáculo impresionante que se puede observar desde las murallas del Monte Saint-Michel.
Las mareas se deben a la acción de los astros, sobre todo, de la luna y del sol. Cuando están alineados con la tierra, sus fuerzas de atracción se suman; en este caso hablamos de mareas vivas, que corresponde a los periodos de mareas más fuertes. Por el contrario, cuando los astros forman un ángulo recto, la fuerza de atracción se atenúa; por lo que se habla de mareas muertas, que se corresponde a los periodos de mareas más débiles.
Estos fenómenos se acentúan en la bahía del Monte Saint-Michel. En época de mareas muertas, el mar no llega hasta allí. Las mareas más fuertes tienen lugar de 36 a 48 horas después de las lunas llenas y nuevas. Aunque esto tiene un valor aproximativo y las condiciones atmosféricas también pueden tener un papel importante. En época de mareas vivas, el mar recorre más de 15 km desde el litoral hasta el Monte San Michel, repitiendo dos veces por día este movimiento rápido e incesante.
Se trata de un espectáculo natural maravilloso pero también muy peligroso para los imprudentes que se aventuran en la bahía, víctimas de la brusca subida de las aguas a una velocidad increíble y de las arenas movedizas.
En la Edad Media, los peregrinos del Mont Saint-Michel eran conscientes del peligro del mar. Hoy existe otro peligro que lo amenaza, y es la tierra, mejor dicho, la acumulación de arena.
Un fenómeno de acumulación de arena
A lo largo del siglo XX, se aceleró el fenómeno natural de depósito de arena poniendo en peligro el medio marítimo. En cada marea, el mar arrastra arena y sedimentos, y cuando se retira, se lleva mar adentro una parte de éstos, mientras que la otra parte la deposita en la bahía. Los ríos ayudan al mar adoptando un papel de desagüe la bahía.
La construcción de diques para contener el mar y presas en los ríos para obtener tierras agrícolas fértiles, los polders, no hizo más que agravar el fenómeno perturbando el papel de los ríos y contribuyendo a la progresiva elevación del nivel de la bahía y a la aceleración de su atasco caracterizado por el avance de los pastizales salados sobre los arenales.
De esta manera, cada año se acumulan en la bahía más de un millón de metros cúbicos de sedimentos, que equivale al cargamento de cien mil camiones.
Proyecto ecológico
En 1995, se firma un acuerdo para restablecer el carácter marítimo y majestuoso del Monte Saint-Michel y de su bahía. Su objetivo es restaurar el paisaje de pastizales y de mar alrededor del monte. El proyecto de retirada de arena constituye una de las obras ecológicas más grandes del mundo, pretende hacerse en cinco años y consta de cuatro acciones principales:
–Reactivar y reforzar el trabajo de desagüe del río Couesnon para retirar los sedimentos por medio de una presa equipada con compuertas para que entren y salgan las aguas de las mareas.
–Remplazar el dique-carretera construida a finales del siglo XIX por un puente a modo de pasarela para restablecer la circulación del agua de las mareas y del río Couesnon en torno al Monte Saint-Michel para acelerar el proceso de retirada de la arena.
–Desplazar los aparcamientos construidos en la bahía alrededor del Mont Saint-Michel hacia el continente que son un obstáculo al trabajo de la naturaleza. Además, de esta forma, se mejora la estética de la zona que bordea la Maravilla de Occidente.
-Establecer un sistema de autobuses entre el Mont Saint-Michel y el continente para los visitantes.
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Arenas movedizas
La bahía del Monte San Michel presenta la particularidad de ser prácticamente plana y por tanto con tendencia al anegamiento. Si desea atravesar la bahía o hacer una caminata entre el Mont Saint Michel y Tombelaine, debe saber que es muy peligroso aventurarse sin un guía : las mareas, la fatiga, las nieblas y las arenas movedizas pueden representar una trampa mortal.
Atravesar el Sée y el Sélune no tiene gran dificultad, pero existen varias zonas de arenas movedizas, sobre todo en los canales y en las zonas muy planas. Si a esto unimos el fenómeno de las mareas, la zona se hace extremamente peligrosa, sobre todo cuando hay nieblas.
Senderismo y paseos
Una vez haya escogido su guía, piense en equiparse como es debido. En general, con un pantalón corto, y descalzo ya se puede dar un paseo muy agradable, pero no olvide que puede hacer viento y llover, por lo que necesitará un chubasquero; y también crema protectora contra el sol. Si la idea es hacer senderismo, piense en llevar calzado adecuado.
Los paseos por la bahía pueden hacerse a pie, en bici, a caballo e incluso en calesas.
Tombelaine: un islote cercano al Mont Saint Michel
Tombelaine es un islote granítico situado en la bahía del Monte San Michel, en la ribera derecha del canal del río Sée, a algunos kilómetros al norte del Monte San Michel. Cuando hay bajamar se puede llegar a él, en razón de las mareas que afectan a la bahía.
Se dice que el nombre de este islote procede de una leyenda celta que cuenta que un gigante crió a una princesa llamada Helene, hija del rey Hoël, la cual fue enterrada en el lugar. Otros afirman que significa “el pequeño monte tumba” por oposición al “Monte tumba” que se da al Monte Saint Michel. Pero, en realidad, parece que el nombre viene de “tumulus belenes”, el túmulo de Belenos, dios galo de la guerra, de la luz y guía de los muertos; triple función retomada por el Arcángel San Miguel en las creencias cristianas.
La historia de Tombelaine
En el siglo XI, dos monjes, Anastase y Robert, dejaron el Mont Saint-Michel para retirarse y fueron a Tombelaine.
En 1137, Bernard le Venerable funda allí un priorato, y el islote se convirtió en lugar de peregrinación. La iglesia fue dedicada a Notre-Dame de la Gisante o Notre Dame de Tombelaine.
A partir del 11 de febrero de 1423, Tombelaine fue ocupado por los ingleses, que intentaban hacer caer el Monte Saint-Michel. Construyeron un fuerte con un torreón. Durante las guerras de religiones, el conde Montgomery, que dirigía los ejércitos de hugonotes, hizo de Tombelaine su guarida.
En 1666, el marqués de la Chastrière le pide a la Corte que destruya el fuerte, y la isla pasaba a ser propiedad de Nicolas Bouquet. Pensaba que la plaza fuerte de Tombelaine podía ser volver a ser utilizada por los ingleses en caso de un nuevo sitio al Monte Saint-Michel.
Mientras que la sociedad llamada Agrupación nacional de la Bahía del Monte San Michel deseaba que Tombelaine se convirtiera en lugar de residencia para los turistas, el Estado termina por comprarlo en 1933, y después pasa a ser declarado lugar de interés histórico en 1936 y 1987. Actualmente es una reserva ornitológica, y la voluntad de mantener la insularidad del Monte Saint-Michel debería también preservar Tombelaine.