Música

Caratula del disco Tourist del grupo St-Germain, uno de los últimos éxitos mundiales de la música francesa.

La música francesa ha conocido periodos de gloria, sobre todo en el pasado. La aportación de los compositores franceses y de aquellos que vivieron en Francia ha sido impresionante para la música clásica hasta la mitad del siglo XX.  De la misma manera, sus cantantes y compositores de lo que se ha llamado chanson française han llevado al francés por todo el mundo. Ambos tipos de música son hoy poco conocidos.

El primero, la música clásica, es desgraciadamente menos popular que antaño. Operas y conciertos, sonatas son cada vez menos escuchadas y reducto de un puñado de melómanos. La música francesa, la chanson, que fue conocida hasta los años 70 hoy ha caído en dehuso como el francés. aDe hecho, nuevos grupos de música rock, pop, electrónica o de la world music, son franceses o viven en Francia, y sin embargo, no son conocidos como franceses, por ejemplo Rinocerose, Saint-Germain o David Guetta. Muchos de ellos cantan en inglés y para los que cantan en la lengua de Molière su mercado se restringe rápidamente al salir del hexágono.

En está página les haremos una breve exposición de la música francesa, pero les recomendamos visitar también la página de la sección Cultura – Música de Francia

La música clásica en Francia

Como en el resto de Europa medieval el folklore popular se transforma en música «culta» al ser adoptado y adaptado por los estamentos privilegiados del Antiguo Régimen, el clero y la nobleza. Los trovadores se transforman en músicos una vez que alguien puede mantenerlos. El aumento del poder de la corte de París y el renacimiento cultural italiano marcarán el comienzo de la música clásica. Con el aumento del poder del rey, la corte se convertirá en el lugar fundamental de la creación musical en Francia. En esto se difiere bastante de las ciudades y principados italianos y de Flandes y Holanda, donde surgirá, junto a nobleza e Iglesia una burguesía que rápidamente adoptará los modos nobiliarios. Estos tres grupos serán los mecenas de las artes, entre ellas la música.

En cuanto a los estilos, también se observará un cambio. De los motetes y la música sacra hasta el XV y principios del XVI, se pasará a una música de corte, más profana, llena de influencias italianas. Jean-Baptiste Lully en el siglo XVII, de origen florentino es el ejemplo perfecto de estos cambios. Lully acompañará el reinado del rey sol, Luís XIV, y pondrá música a los ballets opera de Molière (Le Mariage forcé o el burgués gentilombre). Operas como Alceste o Armiade son hoy, revisitadas, parte indispensable del repertorio barroco. Otros músicos de gran importancia son Monsieur de Sainte-Colombe y Marin Marais, contemporaneos de Lully y protagonistas de la excelente película de Alain Corneau, Todas las mañanas del mundo con Gerard Depardieu y Jean Pierre Marielle.

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La Marche pour la Cérémonie des Turcs, en la versión del película de Alain Corneau, por Jordi Saval y su Concert des Nations. El compositor español ha sido el verdadero recuperador de la música barroca de Marin Marais y Sainte-Colombe.

En el siglo XVIII, François Couperin y Jean Philippe Rameau tomarán el relevo y suites para clavicordio. La atracción de la corte parisina hará que muchos compositores europeos lleguen a París (Gluck, Cherubini).

La Revolución supuso el final de una época, también en la música. El cambio político coincidió con un cambio en el estilo musical. El romanticismo se expande, Chopin, uno de sus grandes exponentes vivirá buena parte de su corta vida en Francia. En opera Offenbach, otro compositor nacido fuera de Francia, será uno de los principales.

Otras corrientes del XIX son el nacionalismo, que en Francia no es muy importante, y el impresionismo musical, que en cambio, tendrá a sus máximos exponentes en Francia. Debussy, Erik Satie, Maurice Ravel, Charles Gounod, Georges Bizet, Jules Massenet, Hector Berlioz, Gabriel Faure o Camille Saint-Saëns son buenos ejemplos de ese apogeo musical de finales del XIX y comienzos del XX. Un poco más tarde otros como Darius Milhaud, Francis Poulenc y Georges Auric completan una nómina impresionante. Muchos músicos extranjeros vivirán en la Francia del primer cuarto de siglo (el propio Stravinski vivió en París en esa época), hasta que la derrota de 1940 hagan que la flor y nata de la intelectualidad europea huya los estados Unidos.

Después de la segunda Guerra Mundial destacamos a algunos de los pilares de la música clásica contemporánea, como Pierre Boulez, Olivier Messiaen o Iannis Xenakis.

La calidad y la relativa facilidad de medios, salas de conciertos, subvenciones etc.. hace que las orquestas francesas atraigan a los mejores directores e interpretes del mundo. El mencionado Jordi Savall ha conseguido el renombre mundial en Francia, e interpretes como la sueca Anne-Sophie Von Otter trabajan habitualmente en Francia.

A continuación un fragmento de la opera la Vie Parisienne de Offenbach.

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Las otras músicas.

Folklore

La música folclórica idealizada, la de los bailes regionales, se encuentra, como en la mayoría de Europa, en franca decadencia. En cambio, cuando esa tradición regional se ha modernizado, el folclore se transforma y si bien no es tan popular como en el Reino Unido, Irlanda o España (donde los gobiernos regionales fomentan esas artes regionales), existen ejemplos, por ejemplo en Bretaña, con la música «celta».

La chanson française

La canción francesa es un estilo que tiene que ver con la lengua, pero también con una cierta melancolía o alegría. De hecho, las melodías francesas con el acordeón como director son reconocibles en todo el mundo. Más allá de esas canciones con los que los turistas son avasallados en París existe un tradición, que si bien ya no es tan popular aún sigue siendo hegemónica en Francia. La mayoría de la música que escuchan los franceses es música en francés. la forma de vestir, las letras cambian pero los estilos permanecen. El listado de los clásicos de la canción francesa es muy largo y sus nombres una vez recordados ya nos dicen mucho: Edith Piaf, el inmenso belga Jacques Brel, Georges Brassens, Leo ferré, Charles Aznavour, Charles Trenet, Boris Vian, Juliette Gréco, Serge Gainsbourg, y otros menos poeticos pero igualmente conocidos como Silvie Vartan, Barbara, Jonnhy Hallyday o Mireille Mathieu.

Jacques Brel canta Ne me quitte pas, canción que después integraría en su repertorio Edith Piaf.

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Desde los años 1970, una nueva hornada de artistas toma el control. Es la época post mayo del 68, muchas cosas cambian pero la chanson sigue siendo en francés, melancólica con Renaud, Francis Cabrel, Alain Souchon, Jacques Higelin, Lavilliers, Daniel Balavoine y 80, Mylène Farmer, Téléphone, Vanessa Paradis.

Hoy en día las nuevas estrellas de la canción en Francia, Zazie, Miossec, Vincent Delerm, Bénabar, Cali, Benjamin Biolay, Barbara Carlotti, Camille, Rafaël o Calogero continúan esa senda aún introduciendo el rock y el pop, o la música electrónica.

Cali en directo, en una impresionante versión de Elle m’a dit, bella canción de amor,desgarrado, tan bella como un filo cortante.

Rock

Grupos como Indochine, Noir Desir, Louise Attaque, Autour de Lucie, o Les Wampas, son una buena muestra del pop-rock francés, muy desconocidos fuera de sus fronteras, lo que es una verdadera pena.

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Música electrónica.

Jean-Michel Jarre es el músico más conocido en este género, gracias a sus éxitos mundiales. Menos se sabe fuera de las fronteras francesas, de grupos más antiguos y mucho más esperpénticos como Magma o posteriores, como Saint Germain o Rinocerose. En cambio, David Guetta, el rey de las discotecas ibicencas, es conocido en todo el mundo, supuestamente por ser el mejor DJ del planeta.

Rap

El rap es muy popular en Francia, sobre todo en las zonas periféricas de las grandes ciudades. Grupos sociales desfavorecidos han hecho de esta música una especie de estandarte contra el resto de la sociedad francesa. Bandas como NTM han causado polémica, pero han dado voz a parte de la población que antes no se veía representada. Sin embargo sigue siendo una música muy vinculada a la juventud y muchos de sus cantantes se han adaptado fácilmente al majors system de la industria musical.