Ginebra y Vodka francés, los cóckteles de moda

La ginebra francesa es de gran calidad y algunas de sus marcas se unen a las delicateses locales.

Durante bastantes años, los pubs y restaurantes que deseaban ofrecer una imagen de lujo y glamour, arbolaban el ron como buque insignia de sus cócteles y libaciones. Parece, sin embargo, que el tiempo del licor de caña de azúcar está llegando a su fin. Ya, hasta las revistas de moda femenina y las series de televisión norteamericana se esfuerzan, sin aparente dificultad, en destacar las bondades de los alcoholes blancos. En la serie que, supuestamente, marca la tendencia del consumo femenino y de las pautas de la moda mundial, en esa serie que no citaremos, junto a las botellas de Perrier y a las copas de champagne Veuve Clicquot y Dom Pérignon, ya figuran, como un actor más, los variados y fosforescentes combinados de vodka y, sobre todo, de ginebra.

El mundo de las bebidas espirituosas era, en tiempos de nuestros padres, muy limitado. La postguerra en España, las décadas perdidas en América, limitaban las posibilidades de degustar sabores complejos y la realidad se ceñía a bebidas bruscas que mataban las glándulas del sabor, pero que permitían trabajar, animarse un poco y olvidar. Nuestras filósofas de la ciudad que nunca duerme y la legión de metrosexuales que alimenta la industria cosmética universal necesitan sabores y colores más sutiles, que permitan desarrollar las sensaciones obtenidas en paginas larguísimas en Facebook, o en interminables llamadas con los flamantes iphones.

El ron y sus limitados combinados llenos de cola con quintales de azúcar, no estilizaba las, ya de por si magras, líneas de quienes cansados, se apoyan en bares de diseño de París, Nueva York, Barcelona, Buenos Aires o las mismísimas Bermudas.

La insaciable y voraz economía necesita nuevas novedades a cada instante. Por ello, a una moda debe substituirla otra, lo más rápido posible. Con ello hemos observado, en nuestra cada vez más espaciadas rondas nocturnas, los cambios en los bebedizos que alegran o acompañan nuestras madrugadas.

La nueva juventud de la Ginebra.

Toda esta introducción podría parecer un poco alejada del centro de este blog y de sus informaciones: Francia. No es así, ya que abusando de nuestro gusto por la perífrasis y el circunloquio, o más concretamente, aprovechando que las líneas curvas son, al final, más rectas que las rectas, ya verán como hablaremos de Francia.

La ginebra se asocia al mundo anglosajón, no en vano, buena parte de las mejores y peores ginebras del mundo se producen en Gran Bretaña. Con todo, el origen es holandés y germánico. Bien es cierto que lo que entendemos por Gin, es en realidad una de las variantes de la Ginebra, la London Gin. Todas las ginebras provienen de la destilación y fermentación de la nebrina, el fruto del enebro y que más tarde se mezcla con otras esencias y productos naturales.

Originalmente el licor era obtenido tras destilar cebada y mezclarla con esencia de nebrinas. Esa era la Genever o Jenever holandesa, Genievre en francés. Esta bebida tenía menos alcohol que la ginebra que conocemos, pero su sabor era más fuerte aunque generalmente dulce. La ginebra se popularizó en Inglaterra a finales del siglo XVII tras la llegada al trono inglés de la dinastía holandesa de Orange, al final de la Gloriosa revolución de 1688. La ginebra se convirtió en la bebida barata de los pobres al regularse y tasarse la importación, al tiempo que aumentaba la producción inglesa y se liberalizaba. Rápidamente su consumo se asoció a la pobreza y el alcoholismo, al ser muy barata por hacerse con la cebada que no servía para fabricar cerveza.

Cuando en la India británica los médicos buscaron una medicina para combatir la malaria su suerte cambió. La tónica de la época (siglo XVIII), bien cargada de quinina, disgustaba por su amargura, por lo que se mezclaba con un chorrito de gin, ¡¡¡para suavizar el brebaje!!! Había nacido el Gin-Tonic.

Ya en el XIX la ginebra entra en los salones de Londres y en los años 60 los combinados y cócteles de ginebra son clásicos en los guateques. Pero la bebida ya no es el licor edulcorado basad en la malta sin preparar. La London Gin se fabrica con alcohol insípido y no aguardiente. No se usan ni edulcorantes ni colorantes, es la ginebra seca que conocemos, la Dry Gin.

Sin embargo la popularización del ron y del vodka y la abundancia de bebidas en los años 1980 y 90, apagaron su fulgor fluorescente.

Citadelle, Ginebra reserva de Francia.

La Citadelle Reserva se deja reposar en barricas de cognac lo que le proporciona un color más ocre y un sabor distinto.

El norte de Francia, el Paso de Calais, Lille, está muy relacionado con Flandes, con Bélgica y Holanda. No en vano se han producido numerosos licores y alcoholes en la zona, entre ellos la genièvre. Esa tradición de destilación ha dado lugar a marcas prestigiosas y productos de calidad. Francia es muy conocida por sus vinos, el Champagne sobre todo, y también el cognac (coñac). Pero se fabrica sidra de buena calidad en Bretaña y Normandía, y diversos licores, de manzana (Calvados), de pera (Poiré), frutos del bosque, ciruela (liqueur de prunes)…

Pues bien, Francia también produce excelentes ginebras y vodkas. Et voila la relación francesa. Lejos de sus orígenes norteños, la ginebra y el vodka francés se producen en la ciudad de Cognac, la misma del famoso coñac, en la región de Poitou-Charentes. La ginebra Citadelle comenzó a producirse en 1998 mediante un proceso de cuádruple destilación y la maceración de nebrinas y otras 18 substancias naturales. Tanto en el color, como en el diseño de la botella, Citadelle recuerda a otra gran marca, la Bombay Sapphire.

La casa Cognac-Ferrand fabrica también vodka bajo la misma marca desde su sede del Château de Bonbonnet, a las afueras de Cognac. Además de los vodkas y ginebras (no deje de probar de reserva envejecida en barricas de coñac) la casa Cognac Ferrand fabrica cognac, evidentemente, armagnac, calvados y champagnes.

Ahora podríamos hablarles de los aromas de vainilla que envuelven el paladar al comienzo, para dejar paso después a tonos herbáceos y anisados que llenan de voluptuosidad la boca, cosas que se indican en la botella. Pero no, nos limitaremos a destacar las cualidades refrescantes y el sabor, si el sabor, menos rotundo, más suave y agradable de estos licores franceses que si bien no merecen ni tesis ni reportajes en Cosmopolitan, si deberían degustarse con unas rodajas de lima y una tónica extraña de nombre desconocido. Todo ello en mitad de una noche calurosa, en una terraza de esas con las que soñamos en otoño, cuando el frío ya amenaza. Unas gotas de alcohol bien medido y el burbujeo del gas carbónico, pizcas de sabores amargos y ácidos, nada de dulzor, el azúcar es veneno. Una gota de amargura para saber que el verano se ha acabado, que habrá que vivir el invierno y que tras él, los días se alargarán y el calor volverá. Más allá está la terraza en el puerto Atlántico y los amigos que nos esperan con la copa fosforescente.

Arto Paquetto para blog-francia.com

El sistema de destilación de la ginebra Citadele es particularmente cuidadoso y elaborado. Su cuádruple destilación suaviza los sabores.

Informaciones útiles.

Si se acerca a Burdeos o Bretaña puede visitar el palacio y sus instalaciones. El Château de Bonbonnet se encuentra a sólo 52 Km. de Angulema y 116 Km. de Burdeos.

Cognac Ferrand
Château de Bonbonnet
16130 Ars
Teléfono : 05.45.36.62.50