GEOGRAFÍA DE FRANCIA – HIDROGRAFÍA

Francia es una gran llanura cercada por grandes cadenas montañosas al sur y sureste. El hecho de que su grandes macizos montañosos se encuentren descentrados y en el sur hace que la mayor parte de los ríos sean largos y desemboquen en el Atlántico. La divisoria de aguas se encuentra en el Macizo Central, bien que situado en el sur del hexágono. La excepción es del Ródano que se cuela de norte a sur desde las montañas suizas y Ginebra hasta el Mediterráneo, creando un largo y “vertical” valle entre los Alpes y el Macizo Central.
Como ya hemos dicho otras veces, un elemento que da importancia a la naturaleza y al entorno lacustre y fluvial, es el gusto, de los franceses y otros europeos, por explorar y disfrutar de todo su territorio y no sólo de las playas, cosa muy habitual al sur del continente. Esto, entre otros factores, ha desarrollado un aprecio por el interior del país y ha permitido que sea fácil y barato visitar los ríos de Francia. Las infraestructuras son buenas y, como ya veremos después, los canales son un elemento muy destacable y que hay que conocer. Pero antes hablaremos un poco de los principales ríos galos.
Rios para navegar y para andar en bici

Destacan, entre los que desembocan en el Atlántico, de norte a sur: el Somme, el Sena, el Loira, el Charente, el Dordoña, Garona y el Adour. Del Mediterráneo, además del Ródano, podemos citar el Aude y el Herault. Y no hay que olvidar al Rin, que une Alemania y Francia en Alsacia, y que lo nutre con sus afluentes franceses el Mosa, el Mosela y el Escalda.
Los ríos y otros accidentes geográficos han dado nombre a numerosos departamentos, los equivalentes de las provincias españolas. La mayoría son navegables. Gracias a un complejo y útil sistema de canales puesto en marcha en el siglo XIX, es posible cruzar Francia sin pisar tierra de norte a sur y de este a oeste. Incluso, utilizando los canales belgas, holandeses y alemanes y el Rin, se puede llegar al Báltico y al mar Negro conectándose con el Danubio. Algo impensable en España, por la falta de cauce en la mayoría de los ríos y, falta de ilustración en la mayoría de los políticos y ciudadanos de los últimos 300 años.
Para saber más sobre los ríos y sus aledaños, visite la sección espacios naturales y otros destinos de Francia. Allí encontrará muchos de los lugares de los que estamos hablando.

El Garona y el Loira son dos ríos muy apreciados por los turistas que quieren gozar de la naturaleza. Paralelo al Garona corre el canal de entre dux mers entre Burdeos y Toulouse. Ese canal se transforma en el Canal del Midi cuando deja la ciudad roja para encaminarse hasta Sète, en el Mediterráneo. Se pueden axilar gabarras o recorrer la ruta en bici.
La bicicleta es también el medio de transporte que viaja junto al río Loira, el más largo de Francia. Desde Nevers hasta Nantes hay una ruta de más de 600km de distancia. Es la Loire à Velo, El Loira en Bici, una oportunidad para que los más deportistas descubra en el centro de Francia.
El Sena
Es el río más conocido de Francia, gracias a la inevitable París. No es un río de circunstancias como el Manzanares en Madrid, o menos, el Llobregat en Barcelona, es un señor río con casi 800 km de longitud y buen cauce y calado. Es, sin duda una de las explicaciones del auge de París primero como ciudad, después, como capital. La posibilidad de llegar hasta París en barco fue y sigue siendo importante a la hora de transportar mercancías. En el blasón de la ciudad de la luz un barco destaca y domina a un río que bien podría ser el mar. No en vano el lema de la ciudad de París es: «Fluctuat nec mergitur», es decir «Navega, sin ser nunca sumergido».

Nace en Borgoña y desemboca en Normandía, tras pasar por l’Ilê de France. Hoy es posible realizar cruceros desde Le Havre donde desemboca. El recorrido entre Rouen y París sorprende por su verdor y por los magníficos paisajes normandos con la naturaleza tan cerca de la urbe parisina.
El Loira
Este río tiene varias particularidades. Primera, la de ser el único que supera los 1.000 Km. de longitud, lo que le hace el más largo del país. Segunda, ser el menos afectado por el desarrollo humano. Carece de grandes embalses y su curso es casi totalmente libre, por lo que todos los años se producen benéficas inundaciones de sus márgenes. Al no estar encauzado, el Loira nos permite ver el pasado, cuando los ríos sometían a periódicos crecidas a los campos aledaños, fertilizándolos y creando un entorno natural mucho más salvaje.
El Loira nace en el departamento del Ardeche, en la región Ródano-Alpes y tras recorrer el país desemboca en cerca de Bretaña en el País del Loira, en Nantes-Saint Nazaire. Antes forma un valle en donde se concentran 43 palacios de gran interés, entre Poitiers y Angers, zona mal conocida como: los castillos del Valle del Loira.
El Dordoña
Este río desemboca en el estuario de la Gironda no lejos del Garona. Su curso se alarga durante 480 Km. desde las alturas del Macizo Central hasta las cercanías de Burdeos.
Su curso no es navegable, excepto en el tramo más cercano al mar, hasta Libourne. Esto hace de él un río bien cuidado y de gran interés turístico. Sin embargo la gran atracción del Dordoña es la ola fluvial que se forma a causa de ciertas mareas y que se propaga hasta una treintena de kilómetros hacia el interior. Otros ejemplos de este fenómeno se observan en China, Reino Unido y en el Amazonas en Brasil.
El Garona

El Garona es curiosamente un río franco-español ya que nace en Valle de Aran en Cataluña. Con un recorrido de casi 650 Km. es el principal río del sureste francés. Desemboca con el Dordoña cerca de Burdeos en la gran ría de la Gironda, formando un estuario espectacular.
La Gironda es un destino vacacional muy apreciado. Lugares como la Cap Ferret o la cercana Isla de Rê, se cotan entre los más selectos para alejarse del frío de París y gozar del húmedo frío Atlántico.
Las largas playas de Aquitania atraen a miles de turistas, los grandes pinares y la tranquilidad del océano, la verdad, merecen la pena, eso sí, si no llueve.
Los amantes del vino encontrarán en los alrededores de Burdeos todo el vino que deseen, además de visitas guiadas, estancias e incluso, algo muy “in” curas de vinoterapia. Aunque créannos, no han inventado nada nuevo.
El Ródano

Es el gran río del sur, es el quién ha roto la continuidad montañosa y ha abierto una autopista fluvial entre el norte de Francia y el sur. A fuerza de milenios.
No es por casualidad que Lyon, la segunda ciudad del país se sitúa a medio camino entre París y el Mediterráneo.
Nace en Suiza y recorre 812 Km. hasta desembocar en el delta del Ródano, entre Marsella y Montpellier. Tres grandes zonas se diferencian claramente. Una de alta montaña, de paisaje alpino, con cumbres nevadas, torrentes, el lago Leman etc… La segunda, una zona de llanura encauzada por las estribaciones de los Alpes y del Macizo Central y los Cevennes. Por último, la llanura litoral mediterránea y el delta con la región pantanosa de la Camarga. Las tres zonas poseen innumerables puntos de interés, pues las regiones que atraviesas son magnificas, Alpes, Ródano y Provenza. A descubrir rápidamente en nuestras páginas.
El Rin
El gran río europeo con el Danubio pasa también por Francia. Nace en el Macizo del Gran Gotardo en Suiza y después se convierte un río de frontera, primero entre Suiza y Alemania, después entre Francia y Alemania, para por fin atravesar el Sarre y desembocar en los Países Bajos.
Alsacia es una región muy interesante y poco conocida. Montaña con el Jura y los Vosgos, ciudades como Belfort o la europea Estrasburgo. Una región plenamente francesa y al mismo tiempo tan alemana y europea.
Los canales de Francia

La importancia del Rin y del resto de los ríos franceses y europeos reside, en buena parte, gracias a los canales que les comunican. Durante dos siglos han sido los precursores de las autopistas, trasportando las mercancías, el trigo y el carbón necesario para mover la industria europea, hoy se han convertido en lugares de turismo y relax. La red de canales ocupa todo el país, pero en Bretaña, Alsacia y en el sur, están muy desarrollados con vistas al turismo.
El Canal de Midi une el océano atlántico, utilizando el cauce del Garona con el Mediterráneo. La posibilidad de recorrer el sur de Francia, atravesar Burdeos, Toulouse y llegar al Mediterráneo y a Montpellier puede ser una alternativa a esas vacaciones clásicas de sol, playa y chiringuito.