
- El casco antiguo de Lyon en plena fiesta de la luz.
Lyon es una ciudad donde se puede hacer de todo. Lo primero es descubrir la ciudad a pie. Pasear por la Presqu’île, comer en un bouchon o en una brasserie y disfrutar de la prestigiosa gastronomía lionesa. Después visitar el casco antiguo del Vieux Lyon o admirar la increíble vista panorámica desde la colina de la Fourvière o dar un paseo por la colina de la Croix-Rousse. Desde las cuestas hay también muy buenas vistas.
Otra posibilidad es hacer un crucero por el río Saona, realizar un Gran Tour en bus de dos pisos o deambular por las calles subidos a un extraño vehículo eléctrico, y así descubrir la ciudad desde otro punto de vista. Está además, el Vélo’V, el famoso libre servicio de bicicletas que nos pueden llevar a dar una vuelta a orillas del Ródano.
Esta visita del patrimonio histórico y arquitectónico de la ciudad puede completarse con una visita a sus museos. De la civilización galo-romana a la aventura de la seda y de la industria textil, de la invención del cinematógrafo a la historia de la Resistencia, los lugares de la memoria encuentran su lugar en magníficos edificios que no pueden dejar de visitarse. Conservatorios de la historia y del patrimonio, los museos lioneses son una visita ineludible: el Museo de Bellas Artes, los Museos Gadagne, el Instituto Lumière, el Museo de la Resistencia y la deportación, el Museo de las Miniaturas y decorados de cine, el Museo de la Marioneta… hay mucho donde elegir.
Se puede ir de compras a la calle Auguste-Comte que está en la Presqu’île, o al mercado de los anticuarios, un auténtico centro comercial para los amantes de los muebles pinturas y bellos objetos de todos los estilos. Y los domingos por la mañana, pasear por los muelle del río Saona, desde el de Saint-Antoine al de los Célestins, ya que son días de mercadillos, donde podrá encontrar de todo. En el muelle de la Pêcherie están los famosos bouquinistes, libreros de viejo, y en la otra orilla, en el muelle de Saint-Jean a Saint-Paul, tiene lugar el Mercado de la Creación, donde se reúnen artistas y artesanos de toda la región. También son interesantes los mercados de pulgas (marchés des puces) por el buen ambiente y porque se pueden encontrar verdaderas gangas en los 400 stands profesionales y particulares.
Por la noche, hay numerosos espectáculos en la ópera, el auditorio, el teatro de los Célestins o la Maison de la danse. Además, si viaja con niños, puede dar una vuelta al parque de la Tête d’Or, donde podrá disfrutar de la Sabana africana, del trenecito y otras animaciones. Y, sobre todo, del guignol. No hay que olvidar que Lyon es la ciudad donde nació. Hay que destacar el Teatro le Guignol de Lyon y la Compañía des Zonzons.
Por último, hay que decir que Lyon está situado cerca de los Alpes, y las mejores estaciones de esquí del mundo se encuentra a una distancia aproximada de dos horas. De ahí que muchos aventureros tomen Lyon como una base de descanso o un lugar de paso para ir a hacer montañismo, escalada o esquí en los Alpes.



