En la región vinícola de Burdeos se pueden visitar las bodegas o los «Chateaux» y degustar los magníficos vinos. Existen diferentes rutas posibles de un patrimonio que puede descubrirse en coche, bicicleta, a caballo y a pie. No faltan los senderos señalizados y los guías. El viñedo de Saint-Emilion se puede visitar ¡hasta en un trenecito turístico!.
Magníficas bodegas y «Châteaux»
El término «château» (palacio), propio de la región, procede del hecho de que las grandes propiedades vinícolas poseían a menudo un auténtico palacio. Margaux, Pichon Longueville, Yquem, Olivier – un monumento histórico del siglo XII- y tantos otros, dotan a la región del vino Burdeos de un carácter señorial que no hace más que aumentar el renombre del famoso vino.
Las bodegas o «chais» se abren cada vez más al público. Como el Cos d’Estournel, construido entre 1810 y 1830, con techos de pagodas y la puerta procedente de Zanzíbar. Actualmente, los propietarios de los «châteaux» no dudan en mezclar edificios antiguos con arquitectura moderna. En Pauillac, el château Lafite-Rothschild puso en manos del arquitecto español Ricardo Bofill la construcción de su nuevo chais, con tres pisos a 10 metros de profundidad, que acogen 2200 barricas.
La ruta del Médoc
La ruta de los «châteaux» que atraviesa el Médoc es seguramente una de las más bellas. Esta península se extiende a lo largo de 80 km al norte de Burdeos, entre el Atlántico y el estuario de la Gironda. En ella encontramos algunos de los más prestigiosos vinos de Burdeos y numerosos «châteaux» de arquitectura insólita.
Para acceder a la ruta de los «châteaux» a partir de Burdeos, hay que seguir la carretera departamental n°2 en dirección a Pauillac. Algunos kilómetros después de Blanquefort, la carretera bordea la Gironda y entra en la propiedad de los vinos Margaux. Después de pasar por el Château Siran, llegarán al célebre Château Margaux, que no deben dejar de visitar.
Siguiendo su vamino hacia el norte, la ruta pasa por Saint-Julian, donde puede degustar vinos Burdeos como: Châteaux Lagrange, Léoville, o Talbot. Pare después en Pauillac, capital del Médoc, donde podrá visitar célebres châteaux: Latour o Lafite Rothschild; aunque si debe optar por uno, elija este último que, además de bodegas magníficas, dispone de una bella colección de obras de arte en relación con el vino. Siguiendo esta ruta de vinos fuera de serie, continúe hacia Saint-Estèphe donde podrá visitar el célebre Château Montrose.
Unos treinta kilómetros más al norte, la departamental n°2 se une a la carretera naciona RN 125, que vuelve hacia Burdeos. Podrá entrar entonces en la propiedad de Lesparre-Médoc, con vinos menos conocidos que los de Pauillac o Margaux, pero con viñedos igual de bellos. Antes de volver a Burdeos, haga una última parada en Moulis-en-Médoc para ver los viñedos de Grand Poujeaux.
Ruta de Graves
La visita a la cuna histórica de los vinos de Burdeos reserva algunas sorpresas, ya que en la ruta de Graves, el itinerario comienza en plena zona urbana, a las afueras de la ciudad de Burdeos, llegando hasta los límites del bosque de las Landas y, más al sur, adentrándose en propiedades más modestas. A lo largo de esta ruta, el visitante descubrirá un increíble número de bodegas que están inscritas dentro del inventario de monumentos históricos.
Excursiones y visitas a las bodegas de Pomerol y Saint Emilion.