El cómic invade el Museo de la Marina de París, François Bourgeon y Los Pasajeros del Viento

Cartel de la exposición. El mar y los navíos son fundamentales en los cómics de François Bourgeon.

La conocida serie de cómics de François Bourgeon es el centro de esta exposición que puede visitarse hasta el 3 de mayo de 2010 en el Museo Nacional de la Marina de París.

La saga de Bourgeon comenzó hace treinta años, pero hoy Los pasajeros del viento (Les passagers du vent) han largado amarras de nuevo. Los dos últimos volúmenes, La petite fille – Caïman han permitido al museo ofrecer una escusa para traernos a su dibujante y guionista.

François Bourgeon ha sido uno de los pioneros de la BD, el cómic, histórico, rama prolífica de la línea francobelga. En Estados Unidos el cómic más conocido, y vendido, se ocupa sobre todo de los superhéroes y de las temáticas oscuras y violentas. En Francia, la historia es uno de los temas recurrentes. Historias variadas, grandes personajes como Napoleón, pero también pequeñas historias y miradas muy críticas con la grandeur francesa, como las de Jacques Tardi y su frescos de la Primera Guerra Mundial.

Bourgeon se encuentra a medio camino, como unos relatos insertados en un tiempo histórico concreto, el siglo XVIII, con aspectos históricos verídicos como la lucha entre la hegemonía francesa y británica y la esclavitud. Al mismo tiempo, la calidad literaria de las historias que se integran junto a las grandes estructuras del pasado, hacen de sus volúmenes obras de arte, por estilo y por contenido. Los Museos de París muestran una vez más su intención de relacionar el presente con el pasado, el arte con la reflexión y al ciudadano con los valores públicos y el respeto del patrimonio. Todo es patrimonio, todo puede ser arte, el cómic sin duda.

Si el Museo de la Marina de París ha decidido realizar esta exposición no es por casualidad. El cuidado cómic de François Bourgeon se apoya en documentación histórica y en profundos estudios para poder plasmar bien la vida marinera y la trata de negros por ejemplo.

Este trabajo se nota en la cuidada reproducción de un navío de 74 cañones, para lo que contó con la ayuda del arqueólogo naval el Jean Boudriot. Precisamente, la lectura de los trabajos del arqueólogo fue el origen del guión de Bourgeon. Un guión que requirió mucho trabajo, bocetos, estudios de los lugares y los personajes para darles verosimilitud y que sus actos no desentonasen con el tiempo en el que se desarrollaba la acción.

Doble página que muestra el estilo elaborado y fino de Bourgeon. El mar siempre en sus historias.

Gran parte del éxito ha venido de esa exactitud que sin embargo no ha hecho sino dar vigor e interés a la acción, y desventuras de los protagonistas. La exactitud histórica ha demostrado que no está reñida con el éxito comercial, todo depende de la calidad del trabajo, la suerte sin duda, y las ayudas del marketing, sin duda alguna.

El universo de los Pasajeros del viento

La exposición permite descubrir las planchas originales y también permite ver la manera de trabajar de Bourgeon. La génesis de su obra es explicada con detalle: bocetos, planos, montajes, trabajos preparatorios, todo al alcance del lector. Un hecho extraordinario que permite conocer mejor al autor y los entresijos de la creación de un cómic.

Tal vez, en la personalidad del autor se encuentre otra buena parte del éxito. Al público francés, le gusta un cómic de calidad, realista, con bagaje histórico. El cómic como el cine, es diverso, pero es visto además de cómo espectáculo, como documento, como arte comprometido. Y Bourgeon se ha comprometido con el siglo XVIII prerrevolucionario. Con las pequeñas historias de la gente que no dejó huella tangible en la historia, pero que con sus cenizas alimentó el poso, los estratos que edifican nuestra estabilidad o nuestro desastre actual. Las vidas particulares, la búsqueda del nuevo mundo, de los viejos destinos y paraísos, de las zonas oscuras de protagonistas que no son ni héroes ni villanos.

Y que decir del héroe de la saga, de la heroína, enfrentada a un mundo machista, a la esclavitud, al amor y al erotismo, a la lucha de poderes, a la suma de sueños imposibles. Isa, heroína que salva al hombre una vez más y lucha por todas las causas perdidas. Y al final, sólo queda una mirada cuando el sol se acuesta en el Atlántico, dejando al barco y a los hombres, solos en la noche.

Por ©Iñigo Pedrueza.

Hasta el 3 de mayo en el Museo de Nacional de Marina a París

Todos los cómics de François Bourgeon están disponibles en la FNAC